Cada vez son más los personajes ficticios que se muestran apáticos, pero que resultan atrayentes al otro lado de la pantalla. Primero nos engatusaron los héroes, esos que se jugaban el pellejo para salvar otras vidas o hacer justicia entre los más desfavorecidos; recientemente hemos tenido un aluvión de antihéroes, esto es, personajes políticamente incorrectos y con algún handicap, mucho más reales e imperfectos, pero en la mayoría de los casos cumplen con su cometido.
Puede ser que en la nueva era sean los personajes con dificultad para relacionarse en sociedad los que conquisten la pequeña pantalla. Ya son varios los que se sienten desnudos cuando deben hacer frente a cualquier episodio cotidiano, mostrándose complejos y carentes de empatía. Aun así, como espectador, son un obsequio, aquí dejo algunos ejemplos, y si se os ocurre alguno más los podéis añadir en los comentarios.