Revisionando ‘Friends’: Temporada Ocho

El embarazo de Rachel es el verdadero protagonista de la octava temporada de ‘Friends’. En primer lugar, el personaje de Jennifer Aniston oculta a sus amigos que está encinta, y Phoebe se lo pasa pipa haciendo creer al resto que es ella la embarazada. Más adelante, cuando todos lo descubren, Rachel mantiene en secreto con alto grado de suspense quién es el padre de la criatura. Las dudas se centran en dos ex de Green, Ross y Tag, y se le suma de manera fugaz un enamoradizo Joey.

Esa es la otra parte importante de esta etapa, y la que muchos seguidores queremos olvidar, el romance entre Joey y Rachel. Realmente no existe el romance como tal, no llegan a ser pareja, pero Joey se cuela por su amiga, hasta las trancas. Ese amor no es correspondido, y hacen que finalmente la chica se mude otra vez, a casa de Ross, que obviamente él es el padre de la niña que está esperando Rachel. La pareja se desenvuelve mucho mejor, y de manera más divertida, cuando no están juntos, para desgracia de Mona, la novia de la que Ross pasa.

Ross conoce a Mona en la boda de Monica y Chandler, que ya son un matrimonio sólido, con las tramas típicas de una pareja consolidada. Los recién casados regresan emocionados de la luna de miel, allí han conocido a una pareja con la que creen que han congeniado de maravilla, pero su sorpresa llega cuando descubren que les han dado un número de teléfono falso. Por lo visto, la percepción de la otra pareja no es la misma, y deciden pasar de Chandler y Monica, algo que la cocinera se niega a asumir. Geller es muy competitiva, y lo demuestra en repetidas ocasiones a lo largo de la octava temporada, no acepta un “no” por respuesta.

El nivelón de los cameos es más alto que nunca. Por ejemplo, Sean Penn participa en un arco argumental, no más de dos capítulos, entra en escena como el prometido de Úrsula, un pobre hombre al que la gemela de Phoebe tiene engañado. Nuestra rubia favorita termina enamorándose del novio de su hermana en una fiesta de disfraces. Él deja a Úrsula por Phoebe, pero como era de esperar, las comparaciones son odiosas y esta relación no termina de cuajar.

Penn está fantástico en ‘Friends’, y la participación de Brad Pitt también es una de las más memorables. En aquella época Pitt era pareja de Aniston (hablamos del año 2001-2002), y lo gracioso es que se mete en la piel de un tipo que odia a Rachel desde el instituto, era amigo íntimo de Monica y Ross, pero no soporta a la engreída de Rach, con esto nos aseguramos una divertida noche de Acción de Gracias en la que no paran de volar cuchillos y salir a la luz más secretos del pasado de esta cuadrilla de la Gran Manzana.

Por último, Alec Baldwin aparece en el camino de Phoebe, obsesionada con encontrar a su media naranja, aunque este tipo no lo va a ser. Baldwin hace de un pesado al que el grupo no soporta, y Phoebe tardará en darse cuenta de lo petardo que es. Otra trama con momentos hilarantes, protagonizada por un brillante Alec Baldwin.

Después de enrarecer a lo tonto la relación entre Joey y Rachel, para después hacer como si nada, la temporada culmina con una supuesta pedida de mano. La Señora Geller alienta a Ross a pedir matrimonio a Rachel, otra vez, pero éste guarda el anillo de compromiso que la madre de Monica y Ross ofrece a su hijo. La sorpresa llega en la escena final, cuando Joey lo encuentra por sorpresa, se lo enseña a Rachel, y ésta se cree que le está pidiendo la mano, ¡y acepta!

Este malentendido es una manera forzada de cerrar una temporada irregular de ‘Friends’. Es genial porque los personajes siguen creciendo y hay tramas inolvidables, pero por otra parte, la historia del enamoramiento de Joey es toda una metedura de pata. No me gusta, y este final es una prueba de ello.

Me quedo con las escenas de Monica y Chandler, de cama en cama en el hospital, con el deseo de convertirse también en padres. No pueden esperar a llegar a casa, Monica ha hecho cálculos y ese es el mejor momento, cualquiera lleva la contraria a la chef.

No serían los únicos que son padres últimamente, a Rachel se le suma Janice, que comparte habitación con la embarazada. Rachel está hasta las narices, el parto se alarga y ve cómo todas sus compañeras de habitación salen antes que ella, esto desesperada a la joven, y la guinda la pone la pesada de Janice. Un personaje de esos que siempre aparece cuando menos lo esperas, y en pequeñas muy pequeñas dosis es un portento.

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