(Contiene spoilers)
Siete temporadas ha aguantado '
Nurse Jackie' en antena, y no es poco, sobre todo teniendo en cuenta los baches por los que ha pasado la
irregular comedia negra de Showtime. Eddie Falco ha estado espléndida los siete años, demostrando que es una de las grandes haciendo televisión, ha logrado que olvidemos por un momento a aquella Carmela a la que interpretó en '
Los Soprano'.
Por eso
lo mejor de 'Nurse Jackie' ha sido su protagonista, los secundarios han flojeado de principio a fin con tramas equivocadas y sacadas de la manga. Con esto no quiero decir que no me gustaran sus personajes, Zoey es un sol, Cooper es gracioso sin pretenderlo, Akalitus es única y la Doctora O'Hara tiene más clase que toda la élite de Manhattan junta. La familia Peyton también ha dado grandes momentos, desde la díscola Grace hasta el marido de Jackie, toda una caja de sorpresas.
Los secundarios se hacían más grandes cuando compartían escenas con la protagonista, ya que ella ha sido la estrella indiscutible de la serie, por algo lleva su nombre. Sigo insistiendo en que tanto las tramas de los secundarios como los casos que pasaban por el hospital estaban mal ejecutados, muchas veces sin un cierre en condiciones, como ha pasado con el final de la serie, que nos deja a medias, sin saber qué pasa con Jackie, aunque todos damos por hecho lo peor, lo que debía suceder..
Los últimos coletazos
Los últimos años, '
Nurse Jackie' ha sido muy irregular, realmente
las dos primeras temporadas fueron las únicas excelentes, cuando la enfermera escondía a toda costa su adición. También ha sido interesante ver cómo este último año esquivaba cada análisis de orina o las pruebas a las que le han sometido para demostrar que está limpia. Eso es algo que me ha gustado de la ficción, no han intentado vendernos una
supergirl que se recupera y es capaz de empezar de cero, han preferido mostrar la cruda realidad de una adicta.
Además, la serie siempre ha remarcado que la peor parte de estas adicciones no se la lleva la víctima en sí, sino la gente de su alrededor. Una mentira le ha llevado a otra, así hasta inventarse un universo que ha manejado a las mil maravillas. No obstante, Jackie ha tenido suerte de rodearse de gente que verdaderamente le ha demostrado que la quiere, su familia no le ha dado la espalda a pesar de sus mentiras, y sus amigos y compañeros de hospital han estado siempre ahí, Zoey ante todo, que siempre ha idolatrado a Jackie.
De todos ellos, Edie ha sido el más atento y fiel. En la recta final pensé que se cargarían esa relación, con una Jackie más bitch que nunca delatando al que fuera su amante, después de su última bronca. Pero una vez más ella ha salido impune, y no le ha hecho falta usar sus tretas para librarse nuevamente de la prisión. Edie se entrega para no meter a Jackie en ningún lío más, aunque esto no le servirá de escarmiento a la rubia.
Un final con sorpresas
A medida que pasaba el último capítulo, daba la sensación de que se trataba de uno más, con regresos agradables, como el de O'Hara o aquel hombre que se creía Dios, pero sin nada destacable. El cierre del 'All Saints' ha sido el epicentro de esta temporada final, pero tampoco creo que hayan gestionado como es debido un argumento con tanto potencial, y con tan poca chicha a la hora de la verdad.
O'Hara parecía la protagonista de la serie en la primera mitad del último episodio, ha aparecido en más escenas que Jackie, y aunque sea una mujer diez, a mí me interesaba el desenlace y evolución del resto de personajes, no el de una mujer que se fue a medio camino. La Doctora sofisticada fue la confidente de Jackie las primeras temporadas, pero también es verdad que se ha perdido lo más duro de la enfermera.
A decir verdad, lo más duro estaba por llegar, el colofón final lo pone Jackie, como no podía ser de otra forma, en la fiesta de despedida del 'All Saints'. Ni corta ni perezosa se mete tres rayas en el baño y cae desplomada al suelo. Todo apunta a que es un final definitivo para ella, una mujer a la que el karma, si existe, le ha tenido que visitar en forma de muerte, porque Jackie Peyton ha tentado demasiadas veces a la muerte suerte, y aunque haya sido enorme como personaje, como persona no creo que nadie la quiera cerca. Bueno, tal vez los pacientes, porque ella siempre fue mala amiga, mala madre y mala amante, pero buena enfermera.