La filosofía se dispersa en 'Merlí Sapere Aude'

El periplo de Pol Rubio en solitario va a ser más corto de lo que muchos deseábamos. Movistar+ confirmó que la segunda tanda de capítulos del spin-off de 'Merlí' sería la última, la definitiva. 'Merlí Sapere Aude' ha sabido a poco, todavía queda media temporada por delante, pero da la sensación de que no nos hemos acostumbrado a los nuevos personajes y a las recientes andanzas del protagonista en un entorno muy diferente al de la serie original.

El éxito y la gran popularidad de 'Merlí' ha podido jugar en contra de este nuevo proyecto, siempre comparado con su predecesora. No obstante, considero que el equipo de 'Sapere Aude' ha sabido salvar los muebles, con tramas que siguen aportando visibilidad a muchos temas que todavía no se tratan con la naturalidad necesaria en las ficciones juveniles, ni tampoco en las que no son "tan juveniles". De hecho, Pol se nos ha hecho mayor, incluso sus problemas están alejados del Pol que conocimos hace ya más de un lustro.

Los guionistas lo han tenido difícil para crear este nuevo universo, sobre todo ahora que falta la otra mitad de Pol, Bruno. El hijo de Merlí no aparecerá en la segunda etapa, cuando sus intervenciones en la primera temporada fueron más bien forzadas e innecesarias. Puede que su ausencia no sea tan traumática como parecía tras leer los titulares, ni siquiera lo será para el personaje de Carlos Cuevas, que podrá seguir volando libre, si sus otros problemas se lo permiten.

Uno de los ex rollos del protagonista regresa en el inicio de la temporada, el chico del supermercado con el que tuvo un largo affaire en la serie de TV3. Efra reaparece en la vida de Pol para comunicarle que ha dado positivo en las pruebas de VIH, algo que atormenta al joven. Su carácter cambia, el joven se transforma cuando se hace las pruebas y empieza a informarse acerca de la enfermedad, haciendo a su vez una labor didáctica para el público que sigue la serie, lejos de estigmatizar el SIDA y todo lo que hay en torno a él.

En otros terrenos, Pol sigue sacando partido a su físico y su encanto, parece que no va a parar de conocer gente y ligar con todos ellos. Esta vez le toca a Axel (Jordi Coll), un carpintero mayor que él, con una personalidad marcada, otro espíritu libre que parece que acompañará al protagonista en el último tramo de la serie. Axel está restaurando el paraninfo, haciendo un trabajo exquisito mientras se toma todo con calma, sin importarle saltarse las normas o perturbar el ambiente.

Es una pena que no hayan podido crear personajes secundarios tan jugosos como en 'Merlí'. Se echan en falta grandes historias alejadas del primer plano del protagonista: Rai está perdido sin Minerva; Biel no destaca en su afán por no encasillarse como el friki y debilucho de la cuadrilla; y Oti también lucha por desprenderse de las ataduras, como su relación con Arnau. Ninguno destaca especialmente, no resultan incómodos, pero les falta chispa.

Es curioso que una serie de corte juvenil y universitario concentre lo mejor en sus personajes adultos. Bolaño (María Pujalte) no decepciona en su regreso a las aulas, alejada del alcohol y con menos filtros que nunca. Por otra parte, Alfredo, el padre de Pol, tiene un papel importante en la nueva hornada de capítulos, trabajando en la casa de Rai, algo que promete mucho, sobre todo porque parece que su relación con la estirada madre del amigo de su hijo va a dar que hablar. La evolución de Alfredo ha sido una de las más notables a la par de tímida, siempre en un infalible segundo plano.

Para terminar, tenemos a un nuevo personaje que hasta el tercer capítulo no se ha dejado ver. Ahora que Pol empieza a trabajar en el local de ambiente Satanassa, hemos conocido a su propietario, interpretado por Eusebio Poncela. El veterano actor aporta sabiduría y madurez a esta serie que no pierde elegancia a pesar de sus irremediables cambios. 'Merlí Sapere Aude' se va sin hacer ruido, un spin-off que no lo considero fallido, pero, tal vez sí, alejado de las altas expectativas. Sin embargo, si el día de mañana deciden contar otra parte de la vida de Pol Rubio, yo estaré ahí para ser testigo de su desarrollo.

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