Ya hace dos años que '
Fleabag' se presentó ante el gran público. La comedia británica sigue captando seguidores, a la espera de su segunda temporada, que verá la luz a partir del año que viene. En tan solo seis episodios, podemos conocer cada rasgo de la protagonista, una joven emprendedora que
tiene una relación estrecha con el espectador, ya que se dirige a cámara para hacernos cómplices de sus pensamientos más delirantes.
Phoebe Waller-Bridge es la actriz que se mete en la piel de este disparatado personaje, de nombre poco común, Fleabag. Waller-Bridge lo hace de maravilla, sus gestos son necesarios para hacer el show, y todo lo que le pasa es digno de ser contado, aunque para ello tengamos que pasar en ocasiones por una extraña sensación de vergüenza ajena. Las situaciones incómodas están a la orden del día en 'Fleabag', y la pobre protagonista es víctima de todas ellas, aunque en ocasiones parece que lo vaya buscando.
Aparte de ser dicharachera, abierta y optimista, Fleabag también tiene un serio problema, es cleptómana, y a medida que avanza la serie descubrimos que también es algo depresiva. Intenta tapar todas sus carencias y sus episodios dramáticos con un recurrente y acertado humor. Si rasgas su caparazón, encontrarás a una triste joven a la que no le va tan bien como parece, en su interior hay historias sobrecogedoras que se irán desvelando.
Fleabag no tiene muy buena relación con su familia, de hecho tiene muy poco en común con su hermana Claire. No obstante, se juntan de vez en cuando, incluso hacen un retiro juntas, dando pie así al mejor capítulo de la primera tanda. Su cuñado, el marido de Claire, es un baboso que no le hace ninguna gracia a la protagonista, y por culpa de este tipo, Fleabag se verá envuelta en algún que otro malentendido.
El padre de ambas está casado con una artista a la que se le va la pinza. Olivia Colman da vida de manera solvente a la madrastra de estas hermanas, una señora bohemia que no tiene reparo en decir lo que piensa en cada momento, aunque no venga a cuento o resulte grosero para los que están a su lado. Colman tiene un breve papel en 'Fleabag', pero sus apariciones no pasan desapercibidas.
El tramo final de la comedia se vuelve más dramático, sobre todo su último capítulo. La protagonista recuerda, mediante una serie de flashbacks, su amistad con Boo, la amiga con la que abrió la cafetería que se ha convertido en un agujero para su bolsillo. Los líos de cama son una constante en la vida de Fleabag, una joven que no para de conocer chicos, y parece que tiene gancho para los hombres más raros de Reino Unido.
'Fleabag' es una serie corta, de tan solo seis episodios, y teniendo en cuenta que cada uno de ellos dura menos de media hora, es buen momento para echar un ojo a esta magnífica comedia. Puede que no usen el humor al que estamos acostumbrados, con la protagonista haciéndonos partícipes en primera persona de cada uno de sus pensamientos. En este sentido,
recuerda bastante a 'Miranda', otra gran comedia británica con una protagonista
loser, imán para las situaciones más desastrosas.