'Día a Día': la comedia que no esperaba

'One Day at a Time' es el título original de la serie que estrenó Netflix en enero de 2017. La plataforma ya ha emitido dos temporadas de la comedia centrada en una familia de raíces cubanas. En España se la conoce bajo el nombre de 'Día a Día' como aquel programa de la Campos, y ha llamado bastante poco la atención, o menos de lo que debería, seguro.

La premisa de la sitcom no trae nada nuevo, no empujan a que quieras añadir la serie a la lista de ficciones pendientes, y la traducción del título, por mucho que parezca una chorrada, no ayuda. De hecho, yo tardé en caer en la tentación, y una vez descubierta la familia Álvarez, no hay quién se resista a seguir sus tramas en Netflix.

Justina Machado se mete en la piel de Penélope, una madre de familia luchadora y guerrera. Es una enfermera que ha trabajado en plena guerra en Afganistán, y ahora le toca cuidar de sus hijos adolescentes, con la única ayuda de su madre, mientras trabaja en una pequeña consulta. Nada que ver con las tareas que desempeñaba en el campo de batalla. Lupita, como la llama su madre, tiene que lidiar ahora en otro terreno, con su ex lejos, sin ejercer de padre.

'Día a Día' es una comedia, no hay duda, incluso su duración, media hora por episidio, lo ratifica. No obstante, los tintes dramáticos sientan bastante bien a la serie, saben manejarlos a la perfección, sin caer en la lágrima fácil, pero haciendo que al espectador se le ablande el corazón. Eso sí, no olvidan que lo importante es el humor, y por eso no tardan en volver a arrancar una sonrisa a los seguidores.

Penélope es la protagonista indiscutuble, la que lleva la carga de mayor parte de la serie, pero nada de esto funcionaría sin el personaje revelación de las últimas temporadas, Lydia, la madre de Lupe. Rita Moreno es una actriz todoterreno, con más de 80 años transmite una vitalidad y una energía envidiables, con un bombón de personaje que va creciendo, hasta convertirse en un pilar fundamental de 'Día a Día'. La abuelita de la familia no duda en sacar su pasado como bailarina cada vez que huele la ocasión, tampoco olvida sus raíces cubanas, sigue ligada a Cuba, como si nunca hubiese tenido que huir del país.

Con la familia también suele estar Schneider, un vecino un poco pesado que con el tiempo se hace querer. No es de los imprescindibles, pero de vez en cuando está bien tenerle de visita. Tiene algo en común con Lydia, y es que el vecino también es inmigrante, llegó de Canadá por razones bastante diferentes a las de la abuelita. A Lydia le gusta mucho más la compañía del Doctor Berkowitz, el jefe de Penélope que cada vez está más metido en la casa de los Alvárez.

Por último, los pequeños del reparto son Elena y Alex, dos personajes simpáticos, algo a tener en cuenta, ya que las series se empeñan en llenar la pantalla de niños y adolescentes pedantes, mientras que en 'Día a Día' han dado en el clavo. Elena es una quinceañera madura y con las cosas claras, choca bastante con Lydia, amante de las tradiciones, algo que la joven detesta. Por otro lado está Alex, el pequeño de la familia, un niño coqueto y espabilado, el ojito derecho de su abuelita.

Si no habéis visto 'Día a Día' y estáis buscando una comedia con la que pasar buenos ratos, os recomiendo que déis una oportunidad a esta joya de Netflix. Tal vez no sea la mejor comedia de los últimos años, pero da mil vueltas a otras que están desgastadísimas y siguen recibiendo premios. No se cortan al tratar temas como la inmigración en Estados Unidos, la homosexualidad en la adolescencia o las secuelas psicológicas de haber trabajado en una guerra. Una comedia simpática con su lado más crudo, siempre edulcorado.

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