De Nueva York a 'Californication'

Hank Moody y su universo particular han vuelto a dejar el listón muy alto. Showtime hace bien en seguir renovando esta serie gamberra y divertida, los personajes de 'Californication' no tienen pelos en la lengua, ninguno de ellos esconde sus deseos sexuales, y aunque en ocasiones chirríen los oídos por la cantidad de palabras malsonantes y barbaridades que salen por sus bocas, sin ese vocabulario y esa forma tan directa y natural de tratar el sexo no estaríamos hablando de la misma comedia.

David Duchovny ha estado inmenso en la 5ª temporada, y estoy seguro de que el próximo año no se quedará atrás. Seguramente ésta haya sido la etapa más regular de 'Californication', siempre ha mantenido buen nivel, cumpliendo su cometido: entretener. Cinco años después podemos decir que los personajes de la serie son casi como nuestros amigos, sabemos lo que cada uno va a pensar en cada momento, siempre mezclándolo con sucesos que no dejan indiferente a nadie.

Quedan varias puertas abiertas, y han cerrado el ciclo de manera alegra y positiva, sin tener en cuenta los dos últimos minutos del capítulo final, obvio. Hank y Karen han demostrado el cariño que se tienen, también lo podemos llamar amor, pero cuando estos dos se juntan siempre hay algo que falla, ella espera más de él, sin tener en cuenta que Hank nunca va a poder ser fiel (sexualmente) a nadie, y si no lo es con Karen olvidaos que lo sea con cualquier otra. La madre de Becca es muy liberal y moderna, pero a la hora de cortar las alas a Hank es única.

Después del apoyo recibido por el padre de su hija en su regreso de Nueva York, Karen está todavía más confundida, y ahora que su nuevo marido lleva tan mal el tema del alcohol, la mujer ha visto una salida, y no ha disimulado estar aliviada tras la ruptura con su último marido, Richard Bates. Ahora que tanto Hank como ella se han tocado la fibra sensible, ambos están dispuestos a volver a intentarlo por enésima vez. Todo se tuerce cuando la ex (por llamarlo de alguna manera) de Hank aparece en su apartamento, le droga y le viola. Todo un acontecimiento.

Becca Moody es la que realmente ha sorprendido este año, la joven rebelde ya no es la niña de antes, siempre ha sido madura, pero ahora también tiene relaciones sexuales, ni más ni menos que con un chico mayor que ella y lo que es peor, muy parecido a su padre. El personaje de Tyler ha sido todo un acierto, una manera de dar en las narices a Hank y que se entere del daño que ha hecho a su mujer y a su hija durante tanto tiempo. Cabe destacar que curiosamente la actitud de Becca ha sido más infantil este último año que las cuatro primeras temporadas, ¿será verdad que el amor atonta?

Mientras tantos, los Runkle siguen dando juego, y del bueno. Charlie continúa obsesionado con las jovencitas y con lograr cualquier tipo de récord sexual; Marcy también adora todo lo relacionado con el sexo, pero valora la fidelidad por encima de todo. Ahora son padres, pero cada uno sigue su camino, y el pobre Stuart está llevando muy mal su infancia, con sus padres practicando sexo delante de sus narices constantemente, en un entorno muy poco recomendable para un niño. Muestra de ello es la primera palabra que articula el benjamín, ni más ni menos que "mamada", no podía ser de otra manera siendo hijo de Runkle.

La trama de la niñera era previsible pero ha tenido momentos memorables; en cambio, la que no me ha gustado en absoluto es la historia que envuelve la grabación de la película de Hank, la versión de su libro, y mucho menos la trama de la chica del vuelo con la que Moody tiene un affaire y teme que el chulo de la chica le dé una paliza. Por suerte la han mantenido en segundo plano, porque 'Californication' ya no trata sobre un escritor y su escasez de ideas para crear nuevas historias, ahora la serie de Showtime tiene nombre propio, Hank Moody, y todos sus compañeros de aventura.

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