El tercer relato que nos trajo Antena 3 de la mano de '
Cuéntame un Cuento' tuvo una estructura bastante diferente a las anteriores historias. En 'Caperucita Roja'
la calidad visual quedó relegada al segundo plano, y las dotes interpretativas del elenco
casi al completo fueron nulas, eso sí, la narración siguió un ritmo envolvente de principio a fin, haciendo que todos en casa nos preguntasemos incansablemente
"¿quién será el lobo?".
En los dos cuentos precedentes la fotografía de la serie brilló por encima del argumento, pero esta vez en 'Caperucita Roja' han preferido dar importancia a la intriga, y al impacto que los hechos tienen en el espectador. Todos nos sentimos identificados con esos túneles siniestros que hay en muchas ciudades, por los que pasar según a qué horas puede resultar aterrador, este es ni más ni menos que el bosque por el que Caperucita (aquí Claudia) debe pasar para ver a su abuelita, ir al instituto o regresar a su casa.
A este tétrico escenario recurren los guionistas desde el comienzo de la historia, cuando la primera víctima es atacada por el "lobo". El argumento, sobre el papel, podría haber sido desgarrador, pero la poca credibilidad que le dan los actores (empezando por la protagonista, Laia Costa) es una barrera que impide que te tomes en serio un relato que podría haber tenido mejor resultado.
La factura es
mucho más amateur que en el caso de '
Los Tres Cerditos' o '
Blancanieves', aunque a mi parecer el fondo de la historia sea más inquietante y mantenga la intriga durante la hora y media que dura el capítulo. Los responsables de '
Cuéntame un Cuento' han puesto sobre la mesa un juego interesante, en el que el espectador tiene como objetivo adivinar la identidad del lobo que ataca a las chicas solitarias en estos temidos túneles.
Lástima que el desenlace no esté a la altura de las expectativas, cuando se descubre al asesino la decepción es enorme, puesto que desde el principio maquillaron a ese personaje como alguien oscuro y con intenciones ocultas. No discuto que hayan conseguido dar la vuelta al mítico cuento de manera ocurrente, pero sigo pensando que hubiese sido más retorcido hacer que la abuela o la propia Claudia estuvieran de alguna manera envueltas en estos crímenes.
'Caperucita Roja' me ha gustado más por el fondo que por lo que queda en la superficie. La denuncia social no queda exenta en este episodio, donde muestran los peligros de las redes sociales o del cibersexo, recordando a muchos lo cautelosos que debemos ser a la hora de compartir imágenes privadas; de este modo queda retratada la típica moraleja de los cuentos. La semana que viene estaremos atentos a la conversión de otro clásico, 'La Bella y la Bestia'.