'American Horror Story' se desliga del terror

La serie, o saga, de Ryan Murphy ya ha finiquitado la cuarta temporada, una etapa extraña difícil de definir, y qué generalmente ha gustado menos que las primeras entregas. Si 'Coven' quedó en evidencia al emitirse después de la mejor temporada, 'Asylum', con 'Freak Show' no han conseguido reenganchar como se esperaba, al menos en mí no ha tenido el efecto.

Este circo de los horrores peculiar empezó con buen pie, dando paso a personajes pintorescos llenos de experiencias traumáticas, pero en 'AHS: Freak Show' han optado por crear una mezcla extraña, haciendo que los diferentes personajes aparezcan y desaparezcan a su antojo, liando al espectador y saturándonos con tantas tramas cruzadas que no llegaban a ninguna parte.

El principal error de la serie ha sido deshacerse del personaje más original y perturbador de 'Freak Show', el payaso Twisty ponía los pelos como escarpias, no tenía escrúpulos a la hora de asesinar a los habitantes de Jupiter. Su sucesor no fue mucho peor, Dandy Mott ha sido uno de los grandes descubrimientos, de la mano de Finn Wittrock, el escalofriante joven atolondrado ha mantenido su trama paralela al circo durante casi toda la temporada, tal vez por eso haya sido lo más interesante de 'Freak Show', porque básicamente Dandy iba por libre.

Sarah Paulson ha tenido una oportunidad para lucirse, más si cabe, pero las siamesas a las que interpretaba han sido un auténtico bluf, una decepción que ni la propia actriz ha podido levantar. Bette y Dot han andado de un lado a otro, secuestradas, trabajando para otros, enamoradas de uno y de otro... Han tenido una trayectoria difícil de seguir, además había capítulos en los que ni siquiera aparecían o solo servían de meras figurantes. Paulson al menos ha conseguido que diferenciemos a sus dos personajes, una labor complicada para cualquier actor en este tesitura.

La otra estrella de 'American Horror Story' es Jessica Lange, y esta puede haber sido la última vez que veamos a la veterana actriz en la serie de FX, y espero que así sea, para ahorrarnos escenas como en las que canta o se pasa de dramática, todo para que Lange se luzca, sin importar el contexto o el guion que sigue la ficción. Eso sí, Lange ha bordado su papel, que fuera aburrido no es culpa suya.

También han sido soporíferas la mujer barbuda o la señora con tres pechos, tener en el elenco a actrices de la talla de Kathy Bates o Angela Bassett para esto es una vergüenza, el mismo argumento me sirve para Michael Chiklis o Francés Conroy, desaparecidos más de la mitad de la serie. Una pena.

La premisa con la que nos vendieron al principio 'American Horror Story' no tiene nada que ver con lo que representa la serie. En 'Coven' el terror ya fue secundario, por no decir que era ausente, y en 'Freak Show' solo un par de personajes y escenas sangrientas han conseguido que tembláramos algo viendo la serie.

Al menos han creado una cabecera atractiva que supera a las anteriores. Me gusta esa nueva versión de circo, la música con toques siniestros van acorde con esas imágenes que muestran personajes con deformaciones, algo de lo que la serie se ha olvidado en el último episodio, para dar pie a una masacre en pleno Jupiter tal vez haya sido un acierto y a la despedida y muerte de Elsa Mars un patinazo, a mi ver.

La siguiente temporada deberían plantearse varias cosas, y lo más importante es la evolución de los personajes, que no metan relleno o se olviden de los protagonistas durante semanas para dar importancia a otros que carecen de relevancia. Además, el argumento debería ser lineal, algo que consiguieron en las tres primeras temporadas, a pesar de que 'Coven' fuera muy floja, pero tenía al menos un hilo conductor. En 'Freak Show' daba la sensación de que no importaban las tramas, sucedían cosas sin sentido y sin ningún objetivo claro.

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