Ya te echo de menos, Kimmy Schmidt

Netflix ha puesto fin a la comedia 'Unbreakable Kimmy Schmidt' con la segunda parte de la cuarta temporada. Era un final anunciado, y llega antes de que la serie termine quemada y sin rumbo. No obstante, los últimos episodios demuestran que la ficción de Netflix podía reflotar, ya que después de una temporada floja asistimos a una recta final que recordaba a la Kimmy de las dos primeras etapas.

'Unbreakable Kimmy Schmidt' no era sólo Ellie Kemper, aunque la protagonista, como es lógico, ha llevado el gran peso de la serie, pero los secundarios han ayudado mucho a levantar la ficción. En esta última etapa no podía ser menos, y hemos visto un Titus entregado, consiguiendo su sueño de actuar en el musical de "El Rey León" y con un final feliz acompañado de Mickey. Por muy histriónico y, a veces, insoportable que sea Titus Andromedon, es un loser que se ha ganado el corazón de los espectadores. La realidad paralela en la que vive este actor no tiene nada que ver con los fracasos que acumula en su recorrido profesional y personal, pero al final todo termina bien para él, ya tiene con quién compartir ese bote de mayonesa a cucharadas.

Jacqueline también es toda una superviviente, y otro ejemplo de persona que tiene muchas papeletas para caer mal, pero dado que todo le sale torcido, termina ganándose la empatía de la audiencia. Jane Krakowski esta espectacular en este papel, y pienso que es lo mejor de 'Unbreakable Kimmy Schmidt' junto a la protagonista. Termina convirtiéndose en la agente de Titus, y comparte sus éxitos con un hombre invidente interpretado por Zachary Quinto, al que no creo que le confiese nada sobre sus raíces indígenas.

La lista de amigos de Kimmy se cierra con Lillian, una mujer que ha ido siempre a su bola. Probablemente la más despegada y afortunada del grupo. Lillian lo tiene todo a su favor para que la vida le vaya mal, pero se las ingenia, sacando beneficio de cualquier lugar. Es mejor tenerla de tu lado, porque sino puedes acabar bajo tierra. Personalmente es el personaje con el que menos he logrado conectar, a pesar de haber tenido tramas interesantes, la mayoría de ellas eran más aburridas que las de sus compañeros. Sus exageraciones barriobajeras encajaban perfectamente con el espíritu de la serie, y su inconfundible voz todavía resuena en mis oídos.

La buena de Kimmy siempre se vuelca con los demás, y desde que ha salido del búnker no ha parado de hacer favores a sus nuevos amigos, e incluso a las chicas con las que compartió cautiverio. Kemper lo hace de maravilla, y espero que este no sea su papel protagonista definitivo, porque ha demostrado que la comedia es lo suyo, y puede llevar el peso de una gran serie sin deslomarse.

También termina la cuarta temporada celebrando un éxito, y con la colaboración de Lisa Kudrow como su madre, algo difícil de encajar. Kimmy inaugura un parque de atracciones basado en sus novelas infantiles, muy del rollo de la protagonista, que ha encontrado su lugar después de estar cuatro años en Nueva York intentando hacer realidad su sueño, sin saber qué era exactamente lo que perseguía este duende lleno de bondad perdido en un mundo cruel.

El final feliz de 'Unbreakable Kimmy Schmidt' es un homenaje a sus personajes, y a los fans de la serie que no queríamos que esto terminara nunca mal. Es pronto para pedirlo, pero quiero ya una reunión con estos personajes, y si está incluida Mimi, la amiga depresiva de Jacqueline, mejor todavía. Tina Fey ha dado en el clavo con esta disparatada serie, y ha hecho que muchos queramos vivir en el mundo de color de rosa de Kimmy Schmidt.

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