(Contiene spoilers del final)
La venganza de Amanda Clarke (A.K.A. Emily Thorne) ha llegado a su fin cuatro años después, y
la espera ha merecido la pena. Realmente me ha sorprendido que sintiera pena al finalizar '
Revenge', es de esas series que tienes ganas de que termine, después de tres temporadas llenas de altibajos la serie había sufrido un desgaste notable, pero la recta final de la ficción ha estado a la altura de aquellos primeros episodios que tanto nos engancharon.
Quizás '
Revenge' no pase a la historia como una de las mejores series de televisión, ni se acerca, pero seguro que perdura en el tiempo y seguiremos recordándola con el paso de los años.
La venganza de Amanda ya es un mito, y la mala leche de la protagonista y su némesis, Victoria Grayson, va a ser difícil de olvidar. Ellas dos solas han levantado la serie durante cuatro años, porque entre los secundarios reinaba la mediocridad, de ahí los vaivenes constantes en el elenco.
Ni siquiera el fichaje bomba de David Clarke ha conseguido levantar la expectación de 'Revenge', sirvió como buen cliffhanger en la season finale del año pasado, pero ahí se ha quedado. El actor que interpreta al padre de Amanda también ha hecho méritos para que el personaje cada capítulo fuera más odioso. No es el primer bluf de la serie, la madre de la protagonista tampoco funcionó en la segunda temporada, ¿alguien se acordaba a estas alturas de ella? Pero la palma como personaje secundario horroroso se la lleva Margaux, la francesa que ha aguantado sorprendentemente hasta el final. Esta periodista tibia no ha supuesto en ningún momento un obstáculo para Amanda, tanto es así que la protagonista la ha ninguneado hasta el último momento, Margaux se va sin que Amanda Clarke le dedique una mísera microvenganza de las suyas.
La cuarta temporada ha servido para hacer limpieza de personajes insulsos, de ahí que la pobre Charlotte se apartara, o que el insípido Daniel muriera en los brazos de Amanda. Es una lástima que no aprovecharan esos huecos para rellenarlos con fichajes jugosos e interesantes, en su lugar tuvimos que aguantar a la pérfida Louise, una loca solitaria que Victoria conoció en el manicomio y nos ha seguido hasta el último minuto. Por cierto, ¿qué pintaba en la boda de Amanda y Jack?
Lo importante
Dejando a un lado los amoríos de la protagonista o los secundarios que estaban más como relleno que otra cosa, centrémonos en lo importante, la venganza de Amanda hacia Victoria, o viceversa. Y es que a estas alturas estábamos tan confundidos que no sabíamos quién se tenía que vengar de quién, la rubia ha hecho que la vida y estabilidad de los Grayson se desmorone, por eso a Victoria no le faltaban razones para querer hundir a esa joven que de pronto se inmiscuyó en su camino.
El desenlace ha sido perfecto, Amanda pistola en mano está dispuesta a terminar con la vida de su enemiga, pero su padre se adelanta y aprieta el gatillo, para que así los cargos vayan en su contra. Recordemos que David Clarke está enfermo y le queda poco tiempo de vida, así su hija podrá disfrutar de la libertad mientras que él inevitablemente morirá, bien sea dentro o fuera de la cárcel. Bien pensado. Ellos no contaban con la última bala de Victoria, que va directa a la espalda de Amanda. Esa escena de las dos en el suelo rodeadas de un par de charcos de sangre es sublime, aunque pronto descubriremos que Amanda no ha muerto, aunque la cicatriz del pecho le acompañará toda su vida, recordándole así la venganza de Victoria.
David muere irremediablemente, fuera de la cárcel por suerte para su hija, y Amanda se casa y es feliz junto a Jack. Por su parte, Nolan continúa haciendo de las suyas, implicándose en casos de venganza, que es lo que le da vida al mejor amigo de la protagonista. Reconozco que no es un personaje que me atraiga especialmente, pero después de cuatro años admito que la presencia de Nolan ha sido esencial en 'Revenge', su complicidad con Amanda y el empeño que ha puesto en ayudar a su amiga han hecho de él un personaje adorable al que también echaré de menos.
Y así ha terminado 'Revenge', ni todo ha sido un sueño, ni Amanda es hija de Victoria, ni la protagonista vive gracias al corazón de ningún Grayson. La escena en el hospital es una pesadilla de la rubia, que parece que se repite constantemente, y tendrá que vivir con ese pesar, entre muchos otros. A mi parecer, el final ha quedado bastante cerrado, con un broche correcto. Tal vez se hubieran marchado por la puerta grande si la despedida hubiese sido dos años atrás, pero a pesar de haberse alargado en el tiempo, 'Revenge' se despide con la cabeza alta y dejando un recuerdo positivo en la memoria de sus seguidores.