Tras el final de la primera temporada de '
Westworld' estaba claro que las cosas iban a cambiar mucho en la ficción de HBO. El primer capítulo de la segunda tanda ya lo ha demostrado, los personajes han dado un giro importante, y
ahora los hilos son manejados por los anfitriones.
Esta especie de robots han ido tomando consciencia, algunos más que otros, y han decidido comenzar una revolución que pasa por dañar a los humanos, y acabar con ellos. Se podría tomar como una venganza, aunque están siendo más sangrientos que sus propios creadores. Todos los que participaban en el parque temático de Roberto Ford (Anthony Hopkins) fueron testigos de la crueldad llevada a cabo, aunque nunca pensaron que estas máquinas podrían tener, y guardar, sentimientos.
Ford ya no está al mando de Delos, desde que lo aniquilaran la temporada anterior. De hecho ya no hay jefes, porque todo se ha convertido en un desmadre y el único objetivo ahora es salir con vida de ese plató infinito. El inicio de la temporada lo presentan con tres diferentes ejes argumentales, y en cada uno de ellos un protagonista, Maeve, Dolores y Bernard, tres androides que ya demostraron el primer año lo valiosos que son para el conjunto de 'Westworld'.
Objetivos de los protagonistas
Maeve está empeñada en encontrar a su hija con vida. Los recuerdos que le vienen constantemente a la cabeza con una niña de la mano no dejan de perseguirle, y está convencida de que los responsables de Delos saben dónde puede encontrarla. Ha capturado como rehén al insoportable Lee Sizemore, el director narrativo del parque que está probando de su propia medicina. Todo el guión programado por Lee se está volviendo en su contra, con una Maeve cada vez más consciente y maquiavélica.
Pero el personaje que ha pegado el giro más grande es el de Dolores. Le ha cogido gusto a la escopeta, y no para de usarla contra todo aquel que no esté de su lado. Su amado Teddy sigue con ella, siempre a su lado. Este hombre sigue sin tener un camino definido en la historia de 'Westworld', al anfitrión le falta garra, ya le vimos encandilado de Dolores, pero debería reaccionar de manera más sorpresiva ante tanta violencia, que le compren una personalidad, o algo.
Y para personalidad la de Bernard, que descubrió en la season finale de la primera etapa que no era humano. Menudo palo para el ojito derecho de Ford. Bernard ha tenido que superar de golpe la muerte de su mentor y la noticia que le ha cambiado la forma de ver la vida. El creador de personas artificiales, y a su vez una de ellas, ha decidido mantener en secreto su descubrimiento, y así poder sobrevivir, al menos por el momento. El objetivo de este personaje queda más desdibujado, seguro que guardan algún giro que nos desvele la intención oculta de Bernard.
Por lo general, la presentación de la segunda temporada ha sido interesante, pone sobre el tablero casi todas las fichas, incluso el paradero del solitario Hombre de Negro (Ed Harris). Tenemos nueve largos capítulos por delante para ver cómo avanza cada una de las tramas, y los movimientos de estos protagonistas que han dado un giro de 180 grados al juego.