'Weeds': ésta no es nuestra Nancy Botwin

'Weeds' ya ha despegado con la séptima temporada, aunque no lo digo por sus tramas o por el guión, sino porque objetivamente la serie ya ha emitido sus primeros episodios. Lamentablemente los Botwin no han marcado el camino que van a seguir durante los próximos capítulos, que encima vivimos con la tensión de que pueden ser los últimos y definitivos.

El rumbo que toma 'Weeds' desde la salida de la cárcel de Nancy no me atrae en absoluto. La protagonista ha dado un cambio brutal; en el primer capítulo de la temporada parecía que la peculiar matriarca mantenía su espíritu, pero en los dos próximos episodios esa actitud se ha ido perdiendo, y ahora estamos frente a una Nancy débil y drogadicta, mientras que antes presumía de no consumir drogas, pese a traficar con ellas; en estos momentos, al parecer, consume sustancias ilegales, pero trafica con armas, surrealista incluso para tratarse de 'Weeds'.

Nancy corretea por las calles de Nueva York con su maleta explosiva a cuestas, como si de su café helado se tratara. La nueva ambientación le ha venido bien a la serie, pero quizás necesitaba otro tipo de cambio y llevar sus aventuras a Europa o a otro continente que no fuera el americano. Por ejemplo, me parece acertado el cambio que han experimentado los chicos de la ficción, no sólo producido por el paso de los años (que ha habido un salto de tres años, algo ya muy común en las series longevas actuales). El hecho de que Silas, Shane, Andy y Doug vivieran en Dinamarca también ha supuesto un punto de inflexión en cada uno de ellos.

En el caso de Silas, el hijo mayor de Nancy se ha convertido en un modelo, aunque le esté costando hacerse un hueco en la gran manzana, en Dinamarca tenía un estatus que ha perdido por seguir una vez más a su familia. Pero el que no ha dudado ni un segundo en dejarlo todo por su madre ha sido el ya no tan pequeño Shane. El joven sigue en su línea, siempre ha sido maduro para su edad y muy siniestro, además Shane ahora es todo un rompecorazones, aunque su número uno sigue siendo su idolatrada madre.

Probablemente los que menos hayan cambiado sean Andy y Doug. En Europa continuaban con el tráfico de María, y una vez afincados en Nueva York no creo que vayan a cambiar su filosofía, sobre todo el 'adicto a todo' Doug. Sigo manteniendo que es totalmente prescindible en 'Weeds', quizás junto a Celia formara un tándem divertido, pero sin ella veo innecesario este personaje pesado y monótono. Por cierto, hablando de Celia Hodges, sería ideal que los responsables de la serie contaran con ella para aparecer en los episodios finales, ya que para muchos ha sido un pilar en la ficción de Showtime.

Retomando a la protagonista, es obvio que Andy sigue colado por ella, pero Nancy ahora mismo está ocupada con otros objetivos: no dejar que su hermana Jill se quede con la custodia de Stevie (fantástica Jennifer Jason Leigh en este papel); salir de la especie de reformatorio en el que está metida y deshacerse de la maleta repleta de explosivos. Una especie de misterio envuelve esta temporada, y ya no sólo por conocer la razón de ser de la dichosa maleta, sino también por saber qué ha ocurrido con Esteban; personalmente dudo mucho que haya muerto, o al menos no creo que Nancy se haya librado tan fácilmente de la venganza del ex-alcalde. Si así fuera me parecería una salida cómoda y burda por parte de los guionistas.

En todo caso, no va a ser sencillo para Andy (re)conquistar a su cuñada, ella ha conocido otro tipo de amor-relación-sexo entre rejas a lo largo de los tres últimos años. Nancy sólo puede pensar en su compañera de celda, Zoya, mientras practica sexo, y estoy seguro de que todos nos quedamos a cuadros cuando vimos ese pedazo beso en una de las primeras secuencias de la nueva etapa.

De todas formas, en 'Weeds' nunca se sabe por qué ocurren las cosas hasta que no pasa un tiempo; puede ser que Zoya también sea una de las pruebas u obstáculos que Nancy tiene que superar para llegar a su incierto objetivo. A rasgos generales, la séptima parte de la serie ha empezado floja para mi gusto, pero todavía tienen tiempo para remediarlo y dar un subidón de los que sólo ellos saben.