(Contiene spoilers)
A la espera de que empiece la nueva temporada en televisión, seguimos engullendo los capítulos que nos quedan para terminar las ficciones que nos han acompañado este verano. Es el turno de hablar de
una de las sorpresas de la época estival, '
Wayward Pines'.
Si os soy sincero, no llegué más allá del primer episodio de la serie de Matt Dillon, con esto
no quiero decir que el piloto no me convenciera, es más, me pareció muy decente. El
stand by que hice tras ver el primer episodio se debe más al momento en el que me encontraba, con bastantes series en la recámara y con mucha desconfianza hacia el producto de FOX. Prometían 10 episodios con final cerrado, y no me lo he creído hasta que lo han confirmado, y por eso decidí reenganchar la serie y verla al completo. Ahora
hablan de una continuación en forma de miniserie, pero eso es algo más llevadero que el hecho de alargar como un chicle un thriller de estas características.
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Wayward Pines' no es la panacea, pero
reúne los ingredientes básicos para enganchar al espectador y conseguir que éste quede satisfecho. La intriga acompaña desde el primer momento, cuando nos metemos en la piel del agente Ethan Burke. A medida que avanza la historia también crece el personaje de Dillon, con una evolución favorable que no le convierte en el típico protagonista "modelo a seguir". Él se equivoca en varias ocasiones, y su confusión le hace cambiar de bando en más de una ocasión.
Además, cuando la familia desestructurada de Ethan llega a la localidad ficticia la serie gana puntos. Theresa demuestra que no es la mojigata que nos intentaron colar en los primeros capítulos, y el hijo de los Burke tampoco lo hace nada mal en la recta final, no es poco para ser un personaje adolescente. Los tres primeros capítulos son algo densos, cuesta introducirse en la historia, pero es algo natural, ya que son muchos los secretos que guarda este pueblo, y quizás por eso me acerqué a él con desconfianza, pensando que las respuestas quedarían en el aire.
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Wayward Pines' acierta con los tiempos,
responde casi todas las dudas que se van planteando, y no espera a los últimos minutos para hacerlo. En la segunda mitad de la serie se van desvelando informaciones que nos aclaran muchas cosas, algunas con más convencimiento que otras, pero al menos los guionistas se arriesgan y no dejan al espectador el marrón de descifrar cada locura que se les va pasando por la cabeza.
No me gustan las cosas mascaditas, pero tampoco soporto la nueva moda de dejar todo abierto, como si fuera un buffet en el que la audiencia debe elegir la respuesta que más le gusta. Está bien que nos hagan pensar, pero que se lo curen un poquito los guionistas, que para eso se les paga. En '
Wayward Pines' no tengo queja al respecto, a pesar de contar con
un final que deja una puerta abierta a la continuación de la historia, pero no creo que sea necesario, ya que tenemos las respuestas más importantes en nuestro poder.
FOX ha jugado muy bien la baza misteriosa, aprobando con nota en cada cliffhanger que te dejaba con ganas de más. El terror también se ha dejado ver por este sombrío pueblo, las "aberraciones" han tomado un papel esencial, con explicación escalofriante incluida. Las típicas guerras entre dos bandos diferenciados tampoco han faltado, y esta vez el bando de los malos estaba muy marcado por Pilcher, sin dejar mucho a la imaginación. La enfermera Pam ha sido probablemente el personaje más difuso, y a su vez uno de los más ricos, por sus matices y su ambigüedad. Anda que no daba miedo en los primeros capítulos como raptora de Ethan...
Los saltos en el tiempo, el drama familiar o las persecuciones con tiroteos de por medio tampoco han faltado en '
Wayward Pines', que ha reunido en 10 episodios unos cuantos tópicos, pero se ha ido con la cabeza alta. Puede que no sea la típica serie de verano que ves por mero entretenimiento, para no pensar mucho, pero si aún no le has dado una oportunidad te animo a que
tengas paciencia y te dejes llevar por esta loca comunidad de vecinos. Sin prejuicios.