(Contiene spoilers del capítulo 4x01)
Fox España ha estrenado la cuarta temporada de '
Vis a Vis'. Ya es el segundo año que la serie depende del canal de pago, tras las dos primeras etapas en Antena 3. La temporada anterior hubo un cambio significante en comparación con las etapas predecesoras,
la duración de cada episodio o el número de capítulos fueron los más destacados.
El ritmo y el tono de la ficción también cambió de un año a otro, y en la cuarta temporada ese salto es más pronunciado todavía, haciendo especial hincapié en la acción e introduciendo más escenas de sangre, traspasando la barrera del gore. Los guionistas se han atrevido a retorcer el género, trayendo a nuestras pantallas una de las series más rompedoras y sanguinarias de la historia de la televisión en España.
Las escenas del inicio de la cuarta temporada son fuertes, y nada recomendables para estómagos sensibles. Zulema se convierte en la protagonista absoluta de este inicio, con una trama a su medida, intentando huir a toda costa, y sin pensarlo mucho. Dábamos por hecho que Zulema era una tipa inteligente, fría y calculadora, pero no debió calcular bien su último movimiento, cuando la traían de vuelta desde la República Dominicana, donde ha intentado escapar, otra vez sin éxito. Se arriesgan a compararla en la propia serie con Hannibal Lecter, pero es mucho más torpe, no hay más que ver su destino.
A ella le sale todo mal, pero los agentes que andan tras ella y se encargan de su cautiverio no son mucho más profesionales. Esta vez la culpa ha sido de un agente poco profesional y sin neuronas que se lo monta con la presa en el baño del avión, sin pensar en las consecuencias, y con sus superiores cerca. Hay que ser tonto.
La vida en la cárcel
Todo es más turbio también en prisión. Si Altagracia era dura y sin compasión, el nuevo Director de prisiones deja a la mexicana como una mujer suave y bondadosa. Sandoval se ha convertido en el superior del correccional, y tiene mucha ira guardada contra algunas de las reclusas. Dice que no les guarda rencor, especialmente a Saray, quién le dejó sin miembro viril y ahora tiene un bebé fruto de una violación del actual director de Cruz del Norte.
De momento Sandoval se ha portado "bien" con la gitana, aunque pretende ejercer de padre de la criatura, algo que no está dispuesta a hacer la ex amiga de Zulema. Doy por hecho que después de la pelea en el coche, en la que Zulema intentó estrangular a Saray, ya no serán uña y carne, aunque la gitana siempre ha perdonado todo a la que hasta ahora ha sido su ejemplo a seguir.
Volviendo a Sandoval, ha querido demostrar desde el principio quién manda en la cárcel, y no va a pasar ni una a las presas. Para eso usa a Mercedes de cebo, ella reconoce que está traficando con drogas, pero lejos de tener una mínima complicidad con Sandoval, éste lanza a la mujer a los perros ante la espantosa mirada de sus compañeras. Es una pena perder a un personaje como Mercedes en caso de que haya muerto, iba creciendo y nos podría haber dado más, aunque el perfil es similar al de Maca, que estará a punto de regresar, para alegría de Rizos, que estuvo bastante perdida en la tercera temporada.
Por último, el personaje de Altagracia no fue de mis fichajes preferidos el año pasado, bueno, en realidad fue a comienzos de este 2018 cuando se estrenó la tercera etapa. Sin embargo, pienso que como presa puede darnos grandes momentos, ahora que está enemistada con el resto de reclusas y hasta con los que fueron sus compañeros. Altagracia está totalmente sola, pero dada su capacidad de persuasión, seguro que consigue nuevas alianzas. Por ahora ya se ha ganado una paliza, y los funcionarios de prisiones no parecen dispuestos a defenderla.
Me ha encantado el comienzo de esta nueva etapa. Seguro que nos esperan muchas sorpresas, entre otras la vuelta de Maca, que ya sabemos que saldrá del coma y volverá con las que fueron sus amigas, y enemigas. Zulema debería dejar aparcada su obsesión por escapar, y que el personaje se centre en crear otro tipo de contenido, porque ya sabemos que lo suyo no es la huida, ni tampoco los lazos con otras personas.