(Contiene spoilers)
El año pasado se estrenaba una de las mejores series nacionales, con un
argumento original y una calidad superior a la mayoría de las ficciones actuales. Se trata de '
Vis a Vis', a la que sorprendentemente el público respaldó, aunque no ha ocurrido lo mismo en su segunda temporada. Y digo sorprendentemente porque no es común que este tipo de series pase de los dos millones de espectadores en España, acostumbrados a las comedias
cañí y a las historias de amor tradicionales y manidas.
Respecto a la calidad, '
Vis a Vis' no se ha visto perjudicada en su segunda tanda de capítulos, ha continuado la misma línea que el año pasado, todo un acierto. Los personajes, tanto principales como secundarios o recurrentes, son un bombón, y llevan el mayor peso de la serie. Sobre todo hablo de las presas, que forman
una amalgama de personajes jamás visto en nuestra ficción. Se expresan sin tapujos y la naturalidad es su bandera,
chapeau por el elenco que forman las reclusas.
Como en cualquier serie que se precie, no todo sale a la perfección, y 'Vis a Vis' ha tenido fallos importantes. En la segunda temporada se han saltado a la torera varias normas, creando incoherencias que no encajan o que convierten en surrealista la serie, quitando verosimilitud a la historia. Vale, es una ficción, hasta ahí todos de acuerdo, ¿pero todo vale?
Me refiero a las múltiples lagunas que han ido dejando, por no hablar de cómo las presas campan a sus anchas por Cruz del Sur, la poca consideración que tienen con los funcionarios de prisiones o lo fácil que engañan (y en repetidas ocasiones) a sus superiores. Estoy convencido de que la serie hubiera funcionado mejor en cuanto a argumento si se supiese desde un principio que contaría con dos temporadas, pero el afán por alargar las series nos ha dejado escenas para el olvido.
No obstante, 'Vis a Vis' ha sido una joya. Un diamante en bruto que Antena 3 nos ha quitado de la mano de la forma más ruin. Anunció su cancelación a un capítulo del final, impidiendo que nos hiciéramos a la idea, y sin dar opción a los responsables del proyecto de cerrar las tramas como merecen, o al menos alargando la serie por un par de especiales en los que se despidan por todo lo alto. Además, las audiencias no han sido tan malas, siempre por encima de la media de la cadena, algo que Antena 3 no ha sabido premiar, teniendo en cuenta que estamos hablando de una serie de calidad que cuenta con el respaldo de la crítica.
El final que no merece
Por lo tanto, nos debemos conformar con un capítulo de cierre que estaba pensado para que la serie continuara. Y se nota. Si llega a ser un cierre en condiciones Maca no volvería a la cárcel con el rabo entre las piernas después de armar todo el lío contra Zulema, pactando con Castillo y echando la enésima carrera por los bosques. Carece de sentido que de un paso atrás en su huida, sobre todo si se trata de un final definitivo, no tanto si hablásemos de una continuación, y así dejar la puerta abierta a más enfrentamientos con Zulema, su gran enemiga.
Ese es el otro aspecto que no me termina de convencer como desenlace. Cuando parece que Zulema muere y tiene un final a lo grande, con declaraciones de la presa incluidas, Sandoval la salva in extremis. Ni siquiera el Doctor cierra los ojos para siempre, cuando parecía que podría morir tras la sobredosis, aunque es impensable si los guionistas tienen algo tan jugoso preparado para la nueva temporada, como lo es ver a Sandoval ocupando el puesto de Miranda. Una Miranda que ha estado poco verosímil este año.
Vuelvo a insistir que lo mejor siempre nos lo traen nuestras presas. Las chicas de amarillo tienen conversaciones que no se atreven a emitir en otras series españolas, y narran con naturalidad vivencias de su pasado o simples opiniones que no dejan indiferente al espectador. Este año nos hemos acercado algo más al grupo de Maca, en el que Sole ha encontrado su gran amor, arrebatado por la pérfida Anabel. Siempre he sido de la opinión de que hay que temer más a Anabel que a Zulema, lo que hace con el recién estrenado marido de Sole es alucinante, y esa trama sí que me parece que tiene un buen cierre, porque demuestran que hay gente que no cambia, Anabel es una de ellas. Una malvada de la que no te deshaces fácilmente y siempre resurge de entre las cenizas.
Tampoco han dado un final en condiciones a la historia de amor de la protagonista. Ese triángulo amoroso que tanto gusta en nuestras series se ha quedado a medias. Rizos se conforma con Saray aunque sigue enamorada de Maca, y Maca es un pájaro libre finalmente no decide serlo tanto, aunque siente cosquillitas por Fabio, personaje que se queda en stand by, ¿qué ha pasado con el hermano de la protagonista? No le vemos cerrando ninguna escena, y lo último que sabemos es que Fabio le está apuntando con una pistola.
Los Ferreiro lo han pasado fatal, puede que Maca sea la única superviviente de la familia. Esa historia sí que tuvo un cierre a la altura, y pienso que de saber que esta era la última temporada se hubieran ahorrada la trama de la niña secuestrada y se hubiesen centrado más en la familia de Maca y en la cárcel. La evolución de la protagonista ha sido brillante, con una Maggie Civantos que se come la pantalla, pasa de ser mosquito muerta a toda una destroyer a la que hay que temer.
Volviendo a la niña secuestrada, lo mejor de la trama ha sido el fichaje de Susana (Elena Seijo) en Cruz del Sur, un personaje que podría haber dado más de sí. No como la poli infiltrada, que aunque haya tenido sus momentos, ha sido bastante previsible. Al menos han dado tiempo para cerrar este hilo argumental que se me ha hecho muy largo, casi tanto como a la niña sedienta. Y hablando de cosas a medias, ¿qué fue de Palacios? Menos mal que no siguieron con su tonteo con la ex de Fabio...
En definitiva, me quedo con
muchas ganas de saber más sobre las reclusas de Cruz del Sur. Sería fantástico que Netflix, o cualquier otro canal, apostara por un cierre más digno de la serie. Alargándola aunque solo fuera por tres episodios, antes de que cada actriz encuentre nueva serie, que no sería de extrañar tras estos papelones. Nos han robado '
Vis a Vis', y ya solo nos queda el consuelo de que sigan apostando por series que sigan el mismo patrón, alejadas de las tramas para adolescentes, sin fichar a actores de renombre vistos hasta en la sopa y contando algo que no se haya contado aún en la pequeña pantalla.