'Veneno': Sus luces, sus sombras y su fantasía

Si hay una serie que ha destacado este año por encima de las demás esa ha sido indudablemente 'Veneno'. La ficción dirigida por Los Javis ha hecho una gran labor audiovisual, social y mediática. Hacía tiempo que una serie no se convertía en evento semanal, generando cientos de comentarios en redes sociales y creciendo día tras día gracias al efecto boca a boca.

Ahora nos hemos quedado huérfanos, pero los Javis, Valeria Vegas y el equipazo que hay detrás y delante de 'Veneno' nos han presentado a una mujer que muchos desconocíamos. Es innegable la popularidad de Cristina Ortiz, pero muchos nos equivocábamos al reducirla a un persona friki destinada a la hora golfa del 'Deluxe' o a unas cuantas peleas difíciles de olvidar en 'DEC'. Porque todo lo que hacía y decía La Veneno era difícil de olvidar. Su desparpajo cautivó a los espectadores del 'Mississippi', pero con el paso de los años lo siguió haciendo con otras generaciones que se engancharon a ella debido a sus apariciones esporádicas en el 'Tomate' y otros programas del corazón.

'Veneno' ha sabido diseccionar al detalle al personaje, haciendo que solo podamos ver a la persona, a los problemas que ha acarreado toda la vida y a los prejuicios de los que muchos formamos parte. No era una mujer educada, seguramente no fuera un ejemplo a seguir y muchos siguen renegando de que abandere ningún colectivo. Yo creo que siempre ha sido abanderada de sí misma, y con eso tenía suficiente. Ha luchado, se ha tropezado, se ha levantado y finalmente cayó en lo más profundo, dejando muchas preguntas detrás de su muerte, como cabía esperar de una persona con una vida tan frenética y agotadora.

Solo se me ocurren alabanzas hacía el gran trabajo realizado con esta historia llena de matices. Está muy bien escrita y la dirección es impecable, desde la fotografía hasta la música seleccionada para cada momento de la vida de Cristina. En cambio, discrepo con la sintonía elegida para su muerte en el hospital, con una canción robótica que resta emoción al momento cumbre de la serie. Quién sabe, tal vez fuera ese el objetivo.

Al menos han sabido remontar ese pequeño tropiezo con un broche a la altura de la serie. El funeral de la protagonista es una fantasía. Es muy emotivo ver a Valeria narrando a Veneno su propio funeral, tal y como a ella le hubiese gustado "vivirlo" y contarlo. Este funeral a lo "Big Fish" es también una forma de decirnos que en la historia de Cristina es complicado discernir la realidad de la ficción. Se trataba de una mujer muy fantasiosa, con ganas de ser escuchada.

Nosotros la hemos escuchado, y es una pena que hayan tenido que pasar 4 años de su muerte para comprender lo que hay detrás de Cristina Ortiz "La Veneno". Las tres actrices que dan vida a la protagonista en diferentes etapas de su vida hacen una labor impecable, la caracterización también juega a su favor. Además, el trabajo de hemeroteca que hay detrás se nota, reviviendo momentos épicos de La Veneno en pantalla.

Cuando se habla de una segunda temporada de 'Veneno' prefiero no pensarlo. Estos 8 episodios son un regalo para la memoria de Cristina y para todo un colectivo del que muchas veces solo se acuerdan para ridiculizarlo o para caer en los tópicos más trillados. Deseo que esto haya servido para dar un paso hacia adelante y desprendernos de prejuicios sin fundamento. Y si una segunda temporada va a seguir pisando fuerte y rompiendo moldes, bienvenida sea.

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