'Veneno' 1x02: Infeliz puericia

'Veneno' ha explorado la infancia de la protagonista en su segundo episodio. La continuación de aquella serie que Atresplayer Premium estrenó hace más de tres meses no se ha parecido en nada a lo que vimos en el primer contacto. Los diálogos se han suavizado y la historia ha tomado un camino más sereno y humano. Los Javis dejan aparcada, por este episodio, la etapa más alocada de la protagonista, en la que su popularidad está en auge, para centrarse en una infancia complicada, marcada también por la palabra "maricón".

Valeria continúa en casa de Cristina, y sus amigas, un entorno vinculado directamente con la prostitución más cruda, tanto en el pasado como en el presente. La joven está escribiendo un relato que puede convertirse en un libro, para ello decide empezar por los inicios de Cristina, cuando se llamaba Joselito y vivía en Adra, un pueblo costero de Almería. La infancia fue dura, pero eso no le impide que se muestre desde pequeño como una persona con las ideas claras que no duda en coger las riendas de su vida, sin que las reprimendas de su madre ni el bullying que sufría por parte de otros chavales le hicieran achicarse.

'Veneno' vuelve a ser un drama en el que siempre es bienvenido el humor, no podía ser menos con semejante personaje. El tándem cómico del segundo episodio ha sido el formado por Joselito y su mejor amigo, un niño gay que también tiene las cosas muy claras para su edad, con grandes aspiraciones y sueños, lejos de ese pueblo en el que tanto sufren por su condición. El enfoque de este episodio me ha gustado, es una forma muy honesta y ordenada de comenzar a contar la verdadera historia de Cristina “La Veneno”, después de un piloto que sirvió de espléndida presentación.

La historia paralela de Valeria continúa avanzando, en segundo plano, pero con una carga importante que seguro que irá tomando protagonismo a medida que avance la serie. La joven ha dado un paso muy importante, apoyada por el entorno de La Veneno, ha decidido contar en casa su situación y la firme idea de empezar a hormonarse para conseguir ser por fuera la persona que lleva tiempo escondiendo en su interior.

La iniciativa de Atresmedia ha sido muy buena, han decidido estrenar en la semana del Orgullo LGTB la segunda parte de una de las ficciones más aplaudidas de la temporada, no podía haber mejor momento para hacerlo. De todos modos, sigo lamentando que no estén disponibles aún todos los capítulos, o al menos los que tienen grabados hasta la fecha. Parece que funciona como serie evento, pero es frustrante la necesidad de tener en nuestro poder todo el contenido para devorarlo a nuestro ritmo.

El elenco es digno de mención, empezando por las actrices que dan vida a la protagonista en sus diferentes etapas, incluido el niño bajo el nombre de Joselito, y el que después se viste de plumas también, grandes promesas. Parece que la llegada de Valeria a la vida de Cristina, en un momento bajo de la artista, está haciendo que se replantee algunas cosas. La llamada a la primera persona que le ayudó en Adra nos vuelve a demostrar que bajo la coraza de La Veneno había un frágil corazón con ganas de dar y recibir amor.

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