Toni Collete sigue transformándose y sorprendiéndonos, la actriz que da vida a la extraña (pero entrañable) Tara Gregson ha bordado una vez más el papel y se sigue posicionando como una de las mejores actrices del momento (prueba de ello es su nominación en los recientes Emmy Awards).
Pero no es de ella todo el mérito, 'United States of Tara' se mantiene también gracias a los personajes secundarios y los ingeniosos guiones, aunque es cierto que la mayor parte de la responsabilidad recae sobre los hombros de Collete.
En esta última temporada hemos podido ver a una Tara más despegada de los suyos que nunca, mientras que en la etapa anterior vimos como el pegamento que unía a la protagonista con su familia era (casi) inquebrantable, en esta ocasión vemos como desde el principio esa unión se tambalea y la confianza entre unos y otros va disminuyendo. Todo comienza con el sorprendente escarceo de 'Buck' y la camarera rubia, a raíz de ese momento todo son mentiras, secretos y problemas.
Quién más me ha sorprendido esta temporada (para peor) ha sido Max, el marido de Tara. Como muchos otros espectadores le tenía en un pedestal por su paciencia y su amor hacia su mujer, pero el personaje de John Corbett (actor que ha evolucionado en todos los sentidos desde 'Sexo en Nueva York') no ha aguantado y ha engañado a Tara con la misma camarera rubia con la que se acostó 'Buck', es algo que no me esperaba de Max.
De todas formas, no ha sido él el único que ha traicionado a su pareja, ya que Tara también oculta información sobre sus personalidad a su marido, como por ejemplo, que la terapeuta 'Shoshana' (otro de sus alter ego) tiene relación con el resto de sus personajes, entre otras cosas.
Los que han tenido que capear con los problemas de Tara y Max han sido una vez más sus problemáticos y adolescentes hijos: Kate y Marshall. La primera, un año más, ha tenido tramas carentes de interés y aburridas, mientras que Marshall sigue siendo mi personaje favorito, y pienso que es el más jugoso después de Tara, ya que tanto sus dudas con su condición sexual como los amigos de los que se rodea dan mucho juego.
Por otra parte, la tía Charmaine es otro pilar de la familia Gregson, sobre todo en la segunda temporada, que ha gozado de más protagonismo que en la anterior. Charmaine me gusta por su descaro, pero me temo que más pronto que tarde terminará liándose con su cuñado, traicionando así a su hermana, y eso es algo que no me gustaría en absoluto. Está claro que Charmaine envidia la familia de Tara; además, a cambio se tiene que conformar con un amor platónico del que se avergüenza y una soledad cada vez más evidente.
Por último, no me gustaría finalizar este artículo sin hacer un balance de las personalidades de la protagonista. Aparte de Alice, Buck y T (aunque esta última apenas ha aparecido en los últimos capítulos), a lo largo de esta temporada se han ido sumando nuevos personajes, como la anteriormente mencionada terapeuta Shoshana o 'Pollito', que es algo así como la representación de la infancia de Tara.
¿Qué relevancia tendrán estos personajes en la próximas entregas? ¿Volverá a aparecer el peculiar 'Gimme'? ¿Descubrirá de una vez por todas a qué se debe su enfermedad? Por mi parte espero que no, puesto que supondría el fin de la serie, aunque tampoco creo que debiera alargarse demasiado, es una serie a la que le queda bastante por mostrar, pero no tanto.
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