‘UnReal’: Adiós al extravagante show dentro de la serie de televisión

Llegó el final definitivo de ‘UnReal’. Rachel y Quinn entierran el hacha de guerra, y nos quedamos con esa penúltima escena en la que se abrazan en la cama, anteponiendo su amistad al éxito, aunque quizás ya sea demasiado tarde. Las relaciones tóxicas han sido una constante en esta serie, y la de las dos protagonistas no se ha privado de zancadillas, traiciones o abrazos "sinceros".

La bipolaridad de Rachel y Quinn ha llegado a su punto más álgido en esta etapa final. Sobre todo en el caso de Rachel Goldberg, que tras su enésimo retiro regresa a “Everlasting” más guerrera que nunca. Goldberg se hace con el mando del programa, y si en las manos de Quinn el dating-show carecía de ética y compasión, con su secuaz las cosas se salen de madre.

La alumna aventajada saca las garras y se alía con el nuevo productor, Tommy Castelli, que además tiene una relación sentimental con Madison, otra aprendiz a la que no le ha costado ascender. Rachel arrasa con todo en la última temporada, va a por todas, aunque para ello tenga que pisar a compañeros como Jay. El giro de Rachel se acentúa con el cambio de look, convertida en una rubia explosiva.

Jeremy es el único que ha pasado página realmente, no ha hecho acto de presencia en la recta final de ‘UnReal’, ni falta que hacía, en la tercera temporada ya sobraba bastante. Chet tampoco ha gozado del protagonismo de años anteriores, mucho más estable, y queriendo aprender de sus errores, centrándose en su faceta como padre, algo que sorprendentemente se le ha pegado a Quinn.

La jefa de “Everlasting” se echa a un lado, no quiere tanta presión, regresa de sus vacaciones más relajada, irreconocible. Además, Quinn está embarazada de uno de los pretendientes de la edición anterior, que casualmente repite este año en “Everlasting All Stars”. Esta trama termina explotando en el capítulo final, una artimaña de Rachel saca a la luz el secreto a voces de Quinn y August, galán que también cae rendido ante los encantos de Rachel.

Cada edición de “Everlasting” ha enganchado casi tanto como las tramas de los protagonistas de ‘UnReal’. Los guionistas han sabido desarrollar las subtramas que se creaban dentro del programa, gestionando la meta-televisión de una manera entretenida. Se echará de menos también a Graham, el presentador que ha ido ganando protagonismo gracias a los comentarios despectivos de Quinn, buenísima en todo lo que ha hecho, Constance Zimmer lo ha clavado durante cuatro temporadas.

La última edición de “Everlasting” tenía como participantes a estrellas de anteriores programas, los más polémicos, como suele ocurrir también en los reality show españoles. Candy Coco ha sido la preferida de la audiencia, una joven muy loca que se ha encargado de ofrecer la dosis de humor de esta temporada. La trama de la violación que no se cerró también ha tenido su final, con Maya como centro de atención, y Rachel moviendo los hilos una vez más, y no para bien.

‘UnReal’ termina con el plató en llamas, puede que provocado por la propia Rachel, que una vez más decide empezar de cero. Quinn consigue pasar página y dejar la avaricia a un lado, pero dudo que su amiga lo consiga. Rachel siempre ha intentado escapar de las ansias por el poder y el éxito, pero nunca lo ha conseguido, siempre volvía al plató con las armas en alto.

El drama de Lifetime ha pasado desapercibido para el gran público, pero ha contentado a sus seguidores de principio a fin. El desenlace no decepciona, aunque se haya emitido exclusivamente en Hulu, el cambio de cadena no ha afectado al desarrollo de la serie. Siempre recordaré ‘UnReal’ como una ficción loca y divertida a partes iguales.

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