Me acerqué a ‘Tuca & Bertie’ con recelo, de hecho el primer capítulo no me convenció. Me pareció una serie estridente, con mucho caos, en la que hablan muy rápido mientras imprimen decenas de palabras en pantalla y sueltan un montón de frases inconexas cada dos por tres. No obstante, se va cogiendo el punto a esta serie que recuerda a ‘BoJack Horseman’, aunque las aventuras del caballo de Hollywood me parecen mucho más cercanas e interesantes que las de este puñado de pájaros locos.
‘Tuca & Bertie’ está creada por las mismas personas que llevan ‘BoJack Horseman’, y tienen en común que son dibujos animados para adultos que tratan problemas cotidianos, representados por personajes caracterizados como animales. En esta nueva serie van un paso más allá introduciendo plantas e incluso unos pocos humanos, esto último también lo hacen en la ficción de Horseman.
La serie de los pájaros se centra en dos amigas con caracteres muy diferentes. Por un lado tenemos a Tuca, un alocado tucán que vive el momento sin preocuparse por las consecuencias, a pesar de todo no le va tan mal en la vida, y no le falta trabajo, el mismo que compagina con las juergas y el sexo que no se pierde. Su amiga y vecina es Bertie, una pajarita mucho más cauta, vive constantemente pendiente de lo que piensan los demás, es muy trabajadora y ordenada, y ha empezado una nueva vida con su pareja Speckle, para lo que ha tenido que prescindir de la compañía de Tuca en su piso, en el que ahora vive con su novio.
Tuca y Bertie se complementan de maravilla, son dos personajes que encajan muy bien y no se entendería la serie sin esta unión, de hecho es lo que da nombre a la ficción. Tuca necesita alguien que de vez en cuando le pare los pies, y ahí está Bertie para ponerle freno cuando es necesario. Por su parte, a Bertie le hace falta liberarse de vez en cuando, despreocuparse de tantos problemas y dilemas que se crea en su propia cabeza, y Tuca es un as en hacer que su amiga deje a un lado los quebraderos de cabeza y se suelte la melena.
A lo largo de los diez episodios que componen la primera temporada, vamos conociendo los puntos fuertes y flojos de las protagonistas, y de otros personajes secundarios como Speckle o el pastelero Pete. Los guionistas también ahondan en el pasado de las protagonistas, y conocemos de cerca a parte de su familia y de sus traumas, como es el caso de Bertie, marcada por un abuso que sufrió en la infancia y lo relatan de forma majestuoso, y con mucho tacto, en el noveno capítulo.
Las amigas tienen sus roces, pero están ahí cuando se necesitan. El sueño de Bertie es dejar a un lado la oficina en la que se pasa media vida metida y abrir una pastelería. El pastelero Pete parece que está dispuesto a dar una oportunidad a la tímida pájara, pero las intenciones del pingüino Pete puede que vayan más allá, algo que influye en la relación de la protagonista con su novio Speckle. No parece que la convivencia haya reforzado esta pareja, que en la segunda temporada seguro que sigue resquebrajándose.
La apuesta de Netflix por ‘Tuca & Bertie’ me parece un acierto. En vista del éxito de ‘BoJack Horseman’, han decidido dar alas a una idea similar, con un argumento totalmente diferente y unos personajes más histriónicos, y que se pasan de divertidos. Es entretenimiento puro, y se puede convertir en una gran serie que toque temas realmente importantes, como ya se ha ido viendo en algunas tramas de la primera temporada. Nadie pensó en el inicio de ‘BoJack Horseman’ que fuera a ser uno de los mejores dramas del momento, y ‘Tuca & Bertie’ tiene potencial para llegar casi tan lejos como su compañero el caballo.