(Contiene spoilers de la 4ª temporada)
La cuarta temporada de ‘
This is Us’ ha vuelto a hacer magia, nos ha tocado el alma nuevamente, tal vez estemos más sensibles que de costumbre y por eso un grano de arena nos parece una montaña, debe ser que con el encierro “todo se magnifica”. Volviendo a la serie de NBC, los guionistas
han cerrado la temporada con las emociones de los personajes a flor de piel.
Gracias al último episodio hemos podido conocer más acerca del futuro de los protagonistas, especialmente el de Kevin, que ya es todo un padrazo de mellizos. Su historia con Madison está un poco cogida con pinzas, y no auguro un gran futuro a la pareja, ya que el guaperas de la familia está destinado a terminar con Sophie, su amor de la infancia. Realmente es una historia que me aburre de lo previsible que es, pero están jugando bien sus cartas, en medida de lo posible, metiendo de por medio esta extraña relación con Madison.
Kevin y Randall nunca han sido amigos, y las dolorosas palabras que se regalan en la season finale desgarran el alma de todo el que espera buen rollo de los Pearson. Parecía que sus diferencias estaban solventadas una vez llegada la etapa adulta, pero Kevin sigue sintiendo una especie de inquina, o envidia, hacia su hermano, al que echa en cara que es el adoptado de la familia, “el que sobra”.
Todo esto ocurre en medio de una crisis de Randall, otra más. Se está convirtiendo en un tipo insoportable, menos mal que tiene al lado a la maravillosa Beth para compensar. El chantaje que hace Randall a su madre para que participe en el estudio del Alzheimer me parece rastrero, aunque la reacción de Kevin ha sido desmedida, y sus palabras muy hirientes. Sin embargo, Randall necesita un toque, no todo puede ser siempre como él desea, por mucho que se escude en traumas de la infancia o en la muerte de su padre. Supéralo, o al menos no arrastres al resto a tu agujero depresivo.
La que está ajena a todo esto es Kate, implicada por completo en su labor como madre. Además, es la única de la que no tenemos noticias en el futuro, ni siquiera sabemos si sigue viva. Su hijo se convierte en un músico que acaba de ser padre, aunque no me cuadra que los hijos de Kevin sean mucho más pequeños que el de Kate y Toby, cuando no se deberían llevar más de tres años, ¿no son los mismos? ¿estos los ha tenido con Sophie? Por no hablar de lo mayores que están Randall y Kevin para haber pasado menos de diez años, edad que estimo para los retoños del rubio.
Dejando a un lado las hipótesis, Rebecca se está muriendo en el futuro que nos muestran en pequeñas dosis, y en el supuesto presente la matriarca empieza a apagarse. Las pérdidas de memoria cada vez son más habituales en ella y preocupa a todo su entorno. ‘This is Us’ lo pinta todo muy bonito, con retazos del pasado, probablemente su época más feliz, junto a Jack y los niños, y ahora todo se va acabando para ella.
‘This is Us’ es un drama familiar como pocos, puede que a veces recurran a la lágrima fácil, pero les funciona. De todas las etapas, la del pasado con Jack sigue siendo mi preferida. Además, este año han añadido un pequeño misterio, el de Kate con el novio psicópata aquel, todavía estaba esperando a que apareciera en el presente, y no descarto que lo haga más adelante, porque en ‘This is Us’ todo es cíclico.
Antes de terminar con el repaso a esta desigual temporada, mención especial al penúltimo episodio en el que participa Pamela Adlon, metiéndose en la piel de la eficaz psicóloga de Randall. El repaso a lo que podría haber sido la vida del protagonista en caso de cambiar algunos eventos importantes de su vida hace reflexionar a Randall y al espectador. A pesar de que a veces me aburre y deprime a partes iguales, siempre termino reconciliándome con ‘This is Us’.