El primer episodio de '
The Wilds' me ha parecido
un sinsentido. Es como si me hubieran robado una hora de mi vida para contar un relato lleno de tramas manidas y un arco argumental que no aporta nada nuevo. Las actrices protagonistas ni siquiera destacan en sus interpretaciones y no es más que una serie de adolescentes que cambia los pasillos del instituto por una isla desierta.
La premisa de la serie de Prime Video me parece infantiloide, puedo entender que te enganches a ella por lo absurdo de la situación y que sea un dudoso éxito como guilty pleasure, pero a mi ni me ha atraído ni con esas. 'The Wilds' se centra en un grupo de chicas que se ven atrapadas en una extraña isla desierta tras sufrir un accidente de avión que todo apunta a que está premeditado por unas personas que desean seguir las reacciones y vivencias de estas chicas.
En el final del piloto descubrimos que las jóvenes están siendo grabadas y vigiladas, algo que te puedes esperar desde que lees la sinopsis de la serie. No ha habido sorpresa ni impacto por esa parte, después de haber visto muchas ficciones que cuentan algo similar. Si al menos en 'The Wilds' pudieras identificarte con algún personaje podrían sumar puntos, pero las protagonistas son problemas con patas, no nos las presentan como personas, es como si el guion lo hubiera escrito un chaval de 2º de la ESO.
No hace falta ser un genio para deducir que no me ha gustado en absoluto el comienzo de ‘The Wilds’. No la seguiré viendo, a pesar de haber leído que en el segundo episodio empieza a enganchar. Considero que en estos momentos hay mucha oferta como para estar perdiendo el tiempo con una serie atropellada que no sabe hacia donde dirigir sus dardos, vendiendo dramas personales desde el minuto uno y mezclándolos con una pretenciosa aventura en una isla desierta, sin pies ni cabeza.
Probablemente lo mejor de 'The Wilds' sea
volver a ver a Rachel Griffiths a la que apenas he seguido tras su paso por '
Cinco Hermanos', donde interpretaba a la añorada Sarah Walker. Su papel es el de una presunta villana, vigilando a las chicas desde una especie de cruz de cámaras. Poca broma, en el primer capítulo hay una muerte que velan al ritmo de Pink, otro de los pocos guiños que me ha gustado de la serie. Insuficiente para dar una segunda oportunidad a este despropósito.