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The Morning Show' ha sido una de las sorpresas del año. Desde el principio ha destacado, no solo por estrenarse rodeada de una potente promoción por parte de Apple TV, sino también por su
inigualable elenco. Jennifer Aniston y Reese Witherspoon se volvían a juntar después de hacer de hermanas en 'Friends', pero esta vez en un contexto más profundo, pero sin dejar de estar enfrentadas.
Aniston y Witherspoon comparten cabeza de cartel con Steve Carell ('The Office'), al que ya nos acostumbramos a ver fuera de la comedia, y no desentona. El papel de Carell (Mitch) es clave en este drama que, aunque trate un tema controvertido y de actualidad, no termina de ser tan rompedor como pretende. El actor se mete en la piel de un exitoso presentador que es señalado por todo el país por un escándalo sexual. Esto hace que su propio programa prescinda de él, apartado del mundo audiovisual, en el que ya solo aparece como verdugo.
Jennifer Aniston es la compañera del acusado, que se queda sola ante las cámaras del programa matinal. Me gusta su personaje, Alex Levy, es una mujer fría que es capaz de todo por aferrarse a su vida de estrella de la televisión. Le aterra el cambio que supone un nuevo fichaje en su programa, sobre todo cuando ve la forma en la que crece ante las cámaras su nueva rival, Bradley.
Alex y Bradley son lo mejor de la serie, están subidas en una constante montaña rusa que cambia de dirección constantemente. Tan pronto son cómplices como enemigas irreconciliables. El egoísmo de Alex choca desde el principio con la candidez de Bradley, una joven reportera que está acostumbrada a luchar contra las injusticias desde el origen de las mismas; mientras que Alex las analiza desde un cómodo sillón en el que se ha terminado oxidando.
El aire fresco que aporta la nueva chica en 'The Morning Show' gusta a algunos de los productores y directores, pero no es bien recibida por todos. Aquí es cuando entran en juego las zancadillas, las tretas y las peligrosas artes de los más poderosos del canal. La serie llega a poner en duda la culpabilidad de Mitch (Carell) en el caso por el que fue despedido, ahondando en las dos caras de la moneda del “Me too”. Especialmente señalando a la "cultura del silencio", ya que la serie muestra que puede ser igual de tóxico para las víctimas cuando los testigos deciden mirar hacia otro lado, y en 'The Morning Show' hay unos cuantos de esos.
Para mi gusto no pasa de "interesante relato", podría haber sido una primera temporada mucho más entretenida y dinámica, pero no. Se han esforzado demasiado en ser correctos y mostrar lo que todos esperan de una serie que trata una temática tan delicada a estas alturas manida. No he encontrado un refuerzo para querer seguir con la serie más allá de su primera tanda, ver las caras de grandes actores y actrices no me parece suficiente. Al menos han conseguido que Witherspoon cambie de registro después de sus dos últimos papeles importantes en la pequeña pantalla.