El 2% de los habitantes de la Tierra desaparecen sin dejar rastro, de repente, dejando a medias lo que quiera que estuvieran haciendo en ese preciso instante. Esa es la premisa de '
The Leftovers', que se trata de una adaptación de la obra literaria homónima de Tom Perrotta. Ha sido Damon Lindelof ('
Perdidos') el que ha decidido trasladar la historia del papel a la pequeña pantalla, el creador cuenta con un número importante de seguidores, pero los detractores también han acudido al estreno de HBO para poner verde de nuevo al ejecutivo.
Lindelof ya ha dicho antes de emitir el capítulo piloto que la serie
no va a explicar dónde han ido a parar los desaparecidos, ni siquiera desvelarán la razón por la que se esfuman, y es que la excusa manida desde el final de '
Perdidos' vuelve a aparecer por enésima vez,
"es una serie de personajes". Si así es espero que se pongan las pilas en los siguientes capítulos, porque series centradas en personajes hay muchas, y los de '
The Leftovers' no me han atrapado en los primeros 70 minutos del drama.
A los protagonistas de la nueva ficción les une el mismo acontecimiento, todos ellos han perdido a un ser querido hace tres años, cuando el 2% de la población desapareció. Ahora toca afrontar este hecho y volver a la normalidad, pero a los personajes de '
The Leftovers' se les hará difícil, porque ellos
siguen buscando respuestas, afrontándolo cada uno a su manera.
Al otro lado de la balanza está la masa que viste de blanco, un grupo silencioso que pertenece a una especie de secta en la que no quieren cuestionar lo ocurrido. La religión tendrá un peso importante en la serie, ya que los que están en este bando piensan que si Dios ha decidido llevarse a esas personas es para experimentar un proceso de ascensión, ahora simplemente esperan que vuelva a ocurrir y se les lleve a ellos también. Muy loco todo.
Respecto a los protagonistas absolutos, por una parte tenemos una familia desestructurada desde hace tres años, el jefe de la policía Kevin Garvey (Justin Theroux) intenta sostener los cimientos del hogar, su mujer pertenece a la secta silenciosa, y sus hijos adolescentes han decidido tomar caminos diferentes, alejándose cada vez más del núcleo familiar. Por otro lado, Liv Tyler se mete en al piel de Meg, una mujer atormentada que es perseguida para alistarse en la secta, quizás de la mano de Meg conozcamos mejor cómo funciona ese siniestro entrorno.
Llama la atención la subtrama de los perros salvajes. El agente Garvey ve cómo se le aparece constantemente un ciervo que termina siendo devorado por una jauría de perros. Tal vez estos animales sean un símbolo que sirva para avanzar en la trama, o quizás sea puro trámite para rellenar minutos y tener a la audiencia entretenida con escenas de disparos y masacres carnívoras.
El piloto dura más de una hora, algo excesivo teniendo en cuenta que no es necesario alargar tanto la presentación de ciertos personajes. Para quedarnos con sus roles nos introducen en fiestas desfasadas, persecuciones a medio gas o conversaciones insulsas. El argumento promete, pero si de antemano sabemos que el caso principal no se resolverá no tiene mucho sentido seguir viendo '
The Leftovers', a no ser que los personajes sean una joya, algo que no me lo ha parecido en la primera hora,
puede que a partir del segundo capítulo mejore, le daré esa oportunidad a la serie.
Recordemos que en otras series como '
Perdidos', '
Mujeres Desesperadas' o '
True Blood' los personajes te atrapan desde el piloto, así que tampoco es válida la excusa de que no se pueda opinar por haber visto un solo episodio,
si Lindelof dice que es una serie de personajes que lo demuestre desde los primeros minutos. Digo yo.