(Puede contener algún spoiler irrelevante)
Todavía el verano no ha llegado a su fin, pero a lo largo de la calurosa estación ya hemos despedido unas cuantas series que han servido para refrescar las horas de sol. Si en la entrada anterior hablábamos de un final definitivo,
el de 'Skins', esta vez retomamos la tercera temporada de '
The Killing', que hasta la fecha
se desconoce si AMC renovará por una cuarta tanda o no.
Éramos muchos los escépticos que veíamos con recelo la continuación del
thriller, pero Sarah Linden y su equipo han callado muchas bocas, con tramas que
han conseguido superar a la primera historia de 'The Killing' centrada en la desaparición de Rosie Larsen. Las jóvenes con paradero desconocido siguen siendo el reclamo de la ficción de AMC, aunque esta vez no se centra en una sola chica. Además, el argumento está perfectamente hilado, intercalando la ejecución de Ray Seward con el nefasto destino de las prostitutas menores.
Los guionistas han hecho muy buen trabajo, la construcción de los nuevos personajes supera a lo que vimos en temporadas anteriores, sobre todo en la segunda etapa de '
The Killing', en la que fueron víctimas del alargamiento de su propia historia.
Esta vez el relato cuenta con un principio y un final, pese a dejar una puerta abierta a una cuarta temporada, en la que sabríamos cuáles son las consecuencias para los protagonistas indiscutibles, Linden y Holder.
La evolución de Holder chocó en el primer contacto, pero a medida que avanzaban los capítulos pudimos entender mejor al detective. No obstante, se agradece que en el tramo final vuelva a ser el Holder de siempre, involucrado, leal e informal. Linden también cambió, pero solo de puesto de trabajo (aunque no tardó en volver a ponerse el jersey de detective). Este año lo más difícil para Sarah ha sido lidiar con sus sentimientos, el destino de su relación con Skinner no era lo que ella esperaba, y como espectador he de decir que yo tampoco imaginaba tal desenlace.
Hay dos escenarios muy atractivos que nos muestra la tercera temporada de '
The Killing', uno de ellos es el de la prisión, donde Ray Seward pasa sus últimos días, condenado a muerte. La evolución del personaje es desconcertante, tan pronto pasa de todo como lucha por declararse inocente; Linden también se muestra bipolar en esta trama que concluye con uno de los mejores capítulos de la serie, desarrollado íntegramente en la cárcel,
un magnífico bottle episode.
El segundo escenario al que hago referencia es la situación de las jóvenes que se ganan la vida en la calle, este grupo está liderado por Bullet, un personaje con el que la audiencia no tarda en empatizar. La dura vida y el triste pasado de estas chicas reflejan una realidad de la que muchas veces la propia televisión prefiere no hablar. Las desapariciones de varias adolescentes ponen en alerta a Linden y Holder, que junto a un nuevo agente sin escrúpulos, Carl Reddick, intentan atrapar al desagraciado que está tras los crímenes.
AMC cerró en agosto '
The Killing', pero tal y como pasó el año pasado, no han dado noticia alguna sobre su futuro. Desde este pequeño rincón animo a que preparen una cuarta temporada, podéis firmar por esta causa desde
este enlace.