El canal americano AMC estrenó hace unos días 'The Killing', un producto de los que hace mucho que no se ven. La idea no es original, además se basa en otra obra literaria serie danesa, pero eso no quita méritos a la nueva producción de la ambiciosa AMC.
Lo tiene difícil para destacar como lo han hecho 'Mad Men' o 'The Walking Dead', pero no creo que haya que compararlas por el hecho de permanecer a la misma cadena, ya que el público que persiguen estas series es variable.
Aunque la historia se centra en la desaparición de una joven (al puro estilo Laura Palmer en 'Twin Peaks'), la protagonista una vez más es la agente de policía, que nos engancha desde el primer minuto mezclando sus indecisiones personales con los casos profesionales. Sarah Linden es un agente eficaz, pero que quiere cambiar el clima frío de Seattle por el sol y la playa de California. Todo da un vuelco con el caso que le asignan a última hora, la desaparición de Rosie Larsen.
La agente Linden, junto a su nuevo compañero de homicidios Stephen Holder, busca pruebas, pistas y testigos sobre el suceso, y por si a alguien le queda la duda (que no lo creo) es más bien improbable que Sarah deje el caso a medias para seguir con su vida en California. Además, sería una pena no ver como evoluciona el dúo Linden-Holder, porque prometen.
Lo curioso de la historia no es la desaparición en sí, sino la actitud y las reacciones del entorno de Rosie Larsen. Empezando por su familia, siguiendo por su inseparable amiga y terminando con un candidato a alcalde, que aunque a priori parece que no tiene nada que ver con la historia, en los primeros capítulos ya se descubre que hay un enlace destacado entre el posible alcalde Richmond y la desaparición de Larsen.
Los padres de la joven son una de las claves de 'The Killing'. Por ejemplo, ese atisbo de felicidad cuando piensan que Rosie está viva y en casa de su supuesto novio Jasper es enternecedor, y hace que los sentimientos del espectador afloren tanto como cuando el padre de Rosie ve que la policía saca un cuerpo (en un coche) del lago; aunque en este caso el llanto de la madre por teléfono y las caras de los pequeños de la familia son increíbles.
Todos los personajes ocultan algo. Sin ir más lejos, es sospechoso que la tarjeta de crédito del Señor Larsen se halle cerca de la escena del crimen; de todos modos, es pronto para hacer especulaciones y los guionistas dejarán pistas falsas o confusas a lo largo de la serie, no esperaba menos. Puede ser que esa tarjeta la haya cogido Rosie sin permiso, o que finalmente el padre esté implicado y perdiera su tarjeta de crédito en el momento y en el lugar menos oportuno. La amiga de Rosie también sabe algo que ocurrió en la noche de Halloween, pero por ahora no suelta prenda, y con Jasper seguro que ocurrió algo, ya que de la noche a la mañana el chico de la desaparecida está con otra mujer en la cama.
No es tiempo de hacer conjeturas, pero mi vena detectivesca no puede aguantar más. Además
'The Killing' me trae buenos recuerdos a la cabeza, y no sólo lo digo por 'Twin Peaks', puesto que me recuerda más todavía a 'Desaparecida' (serie que emitió La1 hace varios años). La factura y los actores del producto de AMC es infinitamente mejor, pero en el guión hay varias similitudes:
los capítulos se contabilizan como días, el crimen gira en torno a un lago o río, todo ocurre después de una fiesta, el agente que lleva el caso mantiene una relación distante con su hijo... No deja de ser raro que sea una serie americana la que recuerde a una española, y no al revés como es habitual.
Respecto al ritmo de la serie, pese a ser lento en algunos momentos me parece imprescindible que así sea. El primer pase ha estado compuesto por dos capítulos, que han sumado un total de 90 minutos, pero que han pasado rápido, y no sólo eso, sino que dejan con ganas de más, con un final repleto de intriga, y de fondo unos personajes muy bien estructurados y a los que, estoy seguro, les queda mucho por ofrecer.
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