(Contiene spoilers de la 2ª temporada)
Hace casi dos años de estrenó en NBC '
The Good Place',
una comedia diferente al resto protagonizada por una acertada Kristen Bell y el enigmático Ted Danson. La premisa de la serie es muy original, y consiguen enganchar al espectador tras cada episodio, recurriendo a cliffhangers que te dejan con ganas de más, y haciendo que las historias y los personajes estén en constante evolución.
Netflix ha adquirido los derechos de emisión de la serie estadounidense, y muchos hemos descubierto esta joya a través de la popular plataforma. Puede que no sea la mejor comedia de la historia, o que tenga muchos recursos manidos y previsibles, pero han dado con la tecla exacta para diferenciarse del resto, y lo más importante, a medida que pasan los episodios, vas cogiendo especial cariño a todos los personajes, incluso a los más insoportables.
'The Good Place' comienza centrándose en la vida (y muerte) de Eleanor Shellstrop, una joven algo desagradable que muere en circunstancias ridículas y es dirigida al cielo, por error. En ese lugar lleno de bondades y con gente estupenda, Eleanor se da cuenta pronto de que no encaja, ha habido un error que le ha llevado al paraíso, en vez de al infierno. Michael (Danson) es el creador y jefe de ese lugar, lleno de puestos de yogur helado, juegos divertidos y buena educación.
Eleanor es enviada a una casa junto a Chidi, su supuesta alma gemela. Un tipo que de verdad se lo curra para ser buena persona, incapaz de hacer daño a una mosca, lo contrario a Eleanor. A la protagonista la vamos conociendo mejor a través de los divertidos flashbacks que van aconteciendo, así descubrimos lo ruin que era esta mujer en su día a día. Esta mirada al pasado también sirve para ver la evolución de Shellstrop, porque intenta cambiar, aunque ya sea tarde y no esté entre los mortales.
Giros de guion constantes
Si algo me gusta en 'The Good Place' es su capacidad por dar la vuelta a las tramas, de un capítulo a otro la situación puede cambiar completamente. En la primera tanda acabamos descubriendo que Michael es un villano, realmente está torturando a sus conejillos de indias, y no duda en reiniciar la historia para volver a empezar y no cometer los mismos errores, para no ser descubierto.
Estos reinicios suceden una y otra vez, pero es en vano, el cuarteto protagonista siempre se reencuentra y terminan descubriendo el plan de Michael, que no le hace quedar bien ante su malvado jefe. Junto a Eleanor y sus amigos también se encuentra Janet, un ser virtual que ayuda a todo el mundo, y que también tiene su propia evolución, incluso llegando a enamorarse del tipo más vacío de la Tierra, Jason Mendoza, un tonto egoísta con actitudes de niño pequeño, pero con buen corazón.
Janet termina convirtiéndose en lo mejor de 'The Good Place', y eso los guionistas lo saben, por eso le dan mayor protagonismo en la segunda temporada. Otra mujer que termina convirtiéndose en amiga de Eleanor es Tahani, son como el día y la noche, pero ese lugar las ha unido, y han terminado siendo amigas, por muy insufrible y prepotente que sea la pija Tahani en casi todos los momentos de su vida (y muerte).
En la tercera temporada las cosas podrían cambiar. Los cuatro protagonistas, junto a Michael y Janet, han huido del sitio malo. La ayuda de Michael ha sido imprescindible para llevar el plan a cabo, y algunos de ellos han superado las pruebas de la pizpireta juez para tener un pase al lado medio, o incluso al bueno. Y hablando del lado medio, mención especial a la alocada Mindy St. Claire, un personaje que aparece poco, pero con el que las risas están aseguradas.
'The Good Place' puede que tenga carencias notables. Sin embargo, los capítulos pasan volando, y es una buena forma de pasar 20 minutos entretenido. Además, deberíamos premiar la originalidad, el equipo de la serie se esfuerza al máximo por ofrecernos algo diferente, tanto a nivel de guion como en la estética y ambientación de la serie.