El arranque de '
The Flight Attendant' me fascinó por varios motivos, uno de ellos fue
el redescubrimiento de Kaley Cuoco. La eterna Penny de 'The Big Bang Theory' se convertía en una azafata llena de energía, vivaracha y con un problema con el alcohol, algo que comparte parcialmente con el anterior personaje de Cuoco. La actriz ha estado sublime en este papel, recurriendo al humor, al drama y a la intriga en los momentos oportunos y de la manera más natural posible, dentro de lo que cabe, siendo esta ficción un completo despiporre surrealista.
Los primeros capítulos de la serie de HBO me engancharon, con una protagonista con la que es fácil empatizar, aunque cada vez se va alejando más de nosotros. Da la sensación de que giran sobre sí mismos haciendo círculos monótonos a lo largo de los ocho episodios. Cassie (Cuoco) se sumerge en una especie de depresión contagiosa que hace cada vez más pesado el seguimiento de su aventura como espía.
Te acuestas con tu ligue, te despiertas con su cadáver
Más o menos esa es la premisa de 'The Flight Attendant', que pasa la mayor parte de su primer capítulo en la capital de Tailandia. Cassie conoce a un chico atractivo en el avión en el que ella trabaja, ambos sienten atracción y, lejos de mirar hacia otro lado, deciden desfogarse pasando una noche loca en Bangkok. El problema llega a la mañana siguiente, cuando Cassie se despierta y tiene al lado a su ligue muerto, desangrado, con la cama llena de sangre, y sus manos también.
El error de Cassie es el de todos los protagonistas en este tipo de ficciones: no llamar a la policía. Cassie teme haber matado ella misma al chico que apenas conoce, pero el entramado va mucho más allá. Después de consultar a su amiga abogada, esconder lo que ella cree que son pruebas e inventarse una coartada, la protagonista se da cuenta de que está metida en un lío tremendo, alguien quiere acabar con ella, está señalada como testigo.
Aquí se abre una trama interesante de espías, con una divertida Cassie detrás de cada pista, nueva en estas lides. A su vez, se mezclan en su mente imágenes de un tormentoso pasado, con su padre borracho en cada uno de sus recuerdos. Combina este drama familiar con un relato algo más romántico, original y hasta tétrico, conversando con el difunto. En estos delirios de la protagonista, ella consigue ir desgranando cada recuerdo al lado del misterioso chico, enamorándose de él, aunque ya solo exista en su cabeza.
¿Es necesario seguir con la historia?
No es la primera vez que una miniserie se convierte en serie. En el caso de 'The Flight Attendant' me parece completamente innecesario. Ya me empezaban a aburrir los últimos episodios, la trama no daba para más, con unos secundarios eclipsados por la protagonista. Lo único interesante, y cada vez menos, fueron las aventuras de esta chica tras la pista de una mafia peligrosa.
La única que ha estado a la altura de Cassie ha sido Miranda, una villana con la que acaba entablando una extraña amistad. Las persecuciones no cesan hasta el último minuto, con los nervios de Cassie a flor de piel, apagando por fin las luces de aquella lujosa y sangrienta habitación de hotel. Ha sido bonito acompañar al equipo de 'The Flight Attendant' durante una temporada, pero a no ser que tengan una trama jugosa que se pueda sostener dignamente durante ocho episodios, preferiría que lo dejaran aquí.
Comentarios