'The Bridge' sigue su propio camino

La temporada empezó con una fuerte adaptación de lo que algunos ya vimos en la televisión sueco-danesa ('Bron/Broen'), pero con el paso de los capítulos 'The Bridge' se ha podido despegar de la marca original y ha conseguido crear su propio sello. Eso es algo que se veía venir, porque la frontera entre México y EE.UU no tiene nada que ver con la que separa los países escandinavos. A pesar de que los acontecimientos en el puente europeo fueron mucho más fríos y cercanos, lo que ocurre en América tampoco dista mucho de esa novela negra que tan bien supieron plasmar nuestros vecinos de arriba.

Costó aceptar a Diane Kruger como la nueva Saga Noren (aquí se llama Sonya Cross), pero la actriz alemana se ha ganado nuestro respeto absoluto, y su relación con Marco Ruíz es, en esta versión también, el punto fuerte de la serie. Kruger y Demián Bichir forman un estupendo equipo, y aunque a la protagonista le cueste abrirse, finalmente ha aprendido mucho de su compañero mexicano y ya va sabiendo cómo debe enfrentarse a las relaciones sociales. Espero que eso no signifique que Sonya vaya a perder esa personalidad rara que le caracteriza, para algunos denominada como Síndrome de Asperger, algo que está por confirmar.

En la primera tanda compuesta por 13 episodios cierran un arco de tramas y abren otro, que queda pendiente para el año que viene, ya que FX ha renovado 'The Bridge' por una segunda temporada. La primera historia envolvió directamente a Ruíz y su familia, centrándose en un hombre vengativo que perdió a su mujer y su hijo en un accidente de tráfico, el psicópata no duda en vengarse de Marco Ruíz, pero ahí no se queda la cosa, David Tate (el susodicho) se quiere llevar por delante a todos los que forman parte de esa sociedad hipócrita, que cambia radicalmente las normas entre una ciudad y otra, pese a estar separadas por unos ridículos metros.

Las realidades de El Paso y Ciudad Juárez son otras de las razones por las que nadie debería perderse esta versión. Las diferencias entre ambas ciudades son palpables, pero 'The Bridge' profundiza en el día a día de muchos de sus habitantes, como la viuda mafiosa que posee un túnel que atraviesa los dos países, la periodista que esconde su condición sexual o los crímenes que deciden no resolver en México. Y es que la imagen del país centro-americano no sale bien parada en esta ficción.

La desaparición de Eva ocupa la última mini-trama de 'The Bridge', pero lo que realmente importa del final de la temporada es la conversación que mantiene Marco con uno de los sicarios. El mexicano no soporta que Tate siga vivo, a pesar de estar encerrado en la cárcel, y se quiere encargar de matar con sus propias manos a la persona que acabó con la vida de su hijo. Por lo tanto, en la siguiente tanda de la serie nos podemos preparar para ver una venganza a la inversa, algo que puede salirle caro al policía. Y lo más importante, Sonya seguro que de alguna manera acabará involucrada en la nueva cacería.

'The Bridge' también ha cometido fallos. Por ejemplo, el ritmo de todos sus episodios no ha sido lineal, había veces que daba la sensación de estar viendo otra serie, dando demasiada importancia a secundarios de la talla de la viuda y olvidándose de Ruíz, Cross o la propia familia de Marcos. También es cierto que algunas tramas supieron a poco, las enfocaron como si fueran a ser relevantes y terminaron en agua de borrajas, como la chica americana que escapa de sus padres o las relaciones sexuales esporádicas de Sonya. Vale que esto último no deba tener necesariamente mucho peso, pero al menos podrían haber continuado con ese juego, en la versión original, por ejemplo, se enrolla con el hijo de su compañero, algo que aquí ya no pasará.

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