(Contiene spoilers)
‘The Big Bang Theory’ ya es historia de la televisión. La sitcom de CBS ha finalizado tras doce temporadas, y lo ha hecho con datos de audiencia extraordinarios, tanto en Estados Unidos como en España, de la mano de Neox. El canal de Atresmedia batió su propio récord, superando el 8% de share con la
season finale de la comedia americana, emitida en el canal pocos días después de su emisión original en CBS.
A lo largo del doble episodio final se centran en el Nobel que reciben Sheldon y Amy en el campo de la física. El matrimonio ha trabajado codo con codo en esta temporada para llegar a ser reconocidos por el prestigioso galardón. Casi se trata de ciencia ficción, pero más descabellado nos puede parecer que Sheldon Cooper se haya casado y esté conviviendo con una mujer, relativamente lejos de su lado del sofá. La relación de la pareja protagonista ha pasado por altibajos, y en la recta final también han tenido sus más y sus menos, la mayoría de estos problemas los daba Cooper, incapaz de empatizar, algo que quién se casaba con él ya sabía de antemano.
En el emotivo final vemos cómo los amigos de la pareja acompañan a los triunfadores hasta Estocolmo, en una Suecia de cartón piedra, como no podía ser de otra manera, después de casi doce años acostumbrados a sus horribles decorados, y esos chroma key, tan prescindibles como reconocibles. El discurso final de Sheldon es la guinda del pastel, la primera vez que el Doctor Cooper se desnuda de manera figurada y deja a un lado su guion para decir lo que dicta su corazón, ablandando a sus amigos, a su esposa y al espectador, más sensible que nunca, sabiendo que está asistiendo a una de las últimas escenas de la longeva serie.
Lo previsible de Penny y Leonard
Me gusta que ‘The Big Bang Theory’ haya tenido en cuenta la amistad de Sheldon y Penny, la más bonita y atractiva de todas las que protagonizan la serie. El dúo tiene una escena para sí solos en el penúltimo capítulo, en el que vemos por última vez a Penny pegada a un vaso de ginebra, o lo que fuera eso. Después de las confidencias de los amigos, la rubia llega a casa y tanto ella como Leonard terminan embarazados, algo que pensaba que iban a evitar en la serie.
Podrían haber quedado fenomenal, Penny siempre dijo que no sentía la llamada de la maternidad, y de golpe, sin debate alguno, espera un hijo y está feliz por ello. Parece que en las comedias americanas los finales siempre tienen que ser idénticos, y todos siguen el mismo patrón. Pensé que por una vez iban a prescindir del tópico, pero no, Penny y Leonard también pasan por el aro, y me temía que ocurriera lo mismo con Sheldon y Amy, pero se ve que les ha faltado una temporada más para terminar repitiendo la trama de sus amigos y vecinos.
Bernadette y Howard son expertos en este aspecto, y se han pasado toda la temporada huyendo de sus responsabilidades como padres, acudiendo a Stuart y a Rajesh para que cuiden de los pequeños. Aunque Raj también ha estado ocupado con otras historias, el hindú ha encontrado el amor, y esta vez parece definitivo, aunque el destino no para de mandarle señales, y su amada se ha visto obligada a mudarse a Europa. Lo que empezó como un matrimonio de conveniencia termina en algo más romántico, pese a que en el capítulo final no hay ni una mención a Anu, su novia.
Puede que ‘The Big Bang Theory’ no sea la comedia más original de la historia, tampoco la más graciosa para muchos. Sin embargo, en doce temporadas han sabido aguantar el tipo, a pesar de las críticas por los cambios en el guion y en el formato de la propia serie, que se ha terminado convirtiendo en una sitcom de amigos y amigas que tienen unos cuantos líos entre ellos. La evolución es inevitable en una serie tan larga, aunque es cierto que lo podrían haber manejado de una forma diferente, sin caer en tantos tópicos.
No olvidemos que ‘The Big Bang Theory’ se emite en un canal en abierto, y no tiene nada que ver con las nuevas comedias de plataformas más atrevidas y “políticamente incorrectas”. Puede que esta, junto a ‘Modern Family’, sea la última comedia de una hornada que llegó en los 2000, y que se está extinguiendo. Personalmente, echaré de menos a estos personajes con los que me he sentido identificado en algún momento, y con los que tan buenos ratos hemos pasado, en dosis de 20 minutos, a veces riéndonos más y otras menos, pero siempre infalibles contra el aburrimiento.