(Contiene spoilers de la 2ª temporada)
El año pasado '
The Affair' sorprendió a muchos por su forma de narrar
una de las historias más seductoras de la última década. En la segunda temporada el drama no ha bajado el listón, ha sabido aprovechar el tirón y ha alargado con elegancia sus tramas, sin que les tiemble el pulso a las plumas de los guionistas.
Esta vez hemos podido ver a Noah y Alison más relajados, al menos no han tenido que esconderse del resto del mundo, y han vivido su pasión sin cortapisas. Poco ha durado la paz en el paraíso, los puntos débiles de cada uno de ellos no han tardado en salir a la luz, haciendo que los cimientos de esta pareja tambaleen, y ya ni siquiera el sexo sirve para tapar lo infelices que realmente son.
En esta nueva etapa hemos visto a Alison y Noah criando una hija que creen tener en común, aunque termina saliendo a la luz que la pequeña es realmente fruto de otro affaire, y es que en la serie de Showtime se han tomado muy en serio el título de la ficción. La niña tiene sangre Lockhart, si juzgamos por las pruebas parece que el padre es Cole, pero hay indicios que apuntan a Scott. Parece ser que en la tercera temporada vamos a seguir tirando de flashbacks para ver la verdadera relación entre Alison y el pequeño de los Lockhart.
Scott se ha ido convirtiendo en protagonista de la temporada, el año pasado ya sabíamos cuál sería su fatídico destino, pero por fin en el capítulo final nos han mostrado las imágenes de lo sucedido. Helen, Noah y Alison están relacionados con la muerte del chico, la primera conducía, la última hizo que Scott acabara en la carretera, y el escritor ha sido testigo presente de los hechos, y además el acusado principal.
Este embrollo será el tema central de la tercera temporada, y seguro que los responsables de 'The Affair' guardan varios ases bajo la manga para ir sorprendiendo al espectador, sin dar opción a que nos despistemos. El trabajo de los guionistas es fabuloso, pero la fotografía y la calidad audiovisual de la serie siguen estando arriba, no han bajado ni un peldaño de una temporada a otra. Quizás este año hayan prescindido de algunos exteriores que hicieron atractiva la primera temporada, pero los juegos de luz y la banda sonora que acompaña cada escena no desentonan con el buen hacer de la serie.
Descubrimos una nueva Helen
Por otra parte, en esta tanda de capítulos hemos tenido la ocasión de conocer mejor a Helen y Cole, dos secundarios que han pasado a portada. La historia de Cole con su nueva chica es demasiado corriente como para despertar interés, sabemos que él ha decidido seguir su propio camino, ser feliz y no involucrarse en nada que tenga que ver con el pasado de su familia o desprenderse de su tóxica relación con Alison.
Me alegro por Cole, pero como personaje no me atrae, en cambio el desequilibrio de Helen me parece fascinante. La mujer que tenía una vida perfecta con una familia idílica se ha echado a perder tras la ruptura con Noah. Ella siente que ha perdido, cree que Noah vive feliz con Alison mientras ella está soltera, desesperada y cada vez más borracha. El capítulo en el que conduce ebria con las mechas a medio hacer es de los mejores de la temporada, y todo gracias a Helen, y la labor de la actriz Maura Tierney.
Helen cae más bajo cuando se enrolla con el mejor amigo de Noah, va de mal en peor. Si Noah ya es machista y egoísta, su amigo Max lo es mucho más, un hombre sin escrúpulos que podría narrar perfectamente parte de la serie, porque seguro que también tiene unos cuantos trapos sucios relacionados con más de un affaire.
Todo es subjetivo
No nos podemos creer al 100% lo que vemos en 'The Affair', a diferencia de otras series, aquí se cuenta una misma historia desde diferentes puntos de vista. Hay ocasiones en las que la diferencia es sutil y apenas hay cambios entre la versión de no y otro, pero otras veces el contexto cambia completamente. Sobre todo lo hemos vivido entre Noah y Alison, que suelen percibir los hechos de maneras a veces opuestas.
Este es un punto a favor de la serie, es una carta que no juegan otras ficciones, y me parece genial que sigan con el mismo patrón, e incluso lo amplíen, porque ahora Helen y Cole también tienen sus propias mitades de capítulos. En 'The Affair' no hay una verdad, y no creo que lleguemos a conocer los hechos tal y como ocurrieron, porque jamás ha aparecido en toda la serie una narración omnisciente, y espero que siga sin aparecer, porque la serie ya es maravillosa tal cual.