(Contiene spoilers de la cuarta temporada)
La cuarta temporada de '
The 100' ha sido la más irregular hasta la fecha,
con altibajos que han hecho que en ocasiones me plantee dejar la serie de manera definitiva. Menos mal que no lo hice, gracias a otros capítulos que mejoraban el nivel de la ficción, así he podido disfrutar de esta
season finale que hace un reseteo muy interesante.
Clarke vuelve a ser la protagonista absoluta, la heroína de 'The 100'. Ella , su clan y el resto de los seres que habitan la Tierra se enfrentaban en este final al Praimfaya, una nube dispuesta a llevarse todo lo que quede con vida sobre la faz de la Tierra. Algunos decidieron resguardarse en un búnker durante años, aunque para ello tengan que estar hacinados y con los recursos justos para sobrevivir. Octavia se ha convertido en la líder de este grupo, como si fuera la nueva Commander, algo que le viene como anillo al dedo a la hermana de Bellamy, que está más guerrera que nunca.
Gracias a Octavia, los diferentes clanes se han unido por primera vez, con el fin de sobrevivir al Praimfaya. Para llegar a ese acuerdo han tenido que pasar por una especie de "juegos del hambre", en los que Roan cayó tras servir de ayuda a la nueva líder. Esa copia descarada de la trilogía literaria les sirvió para mantener enganchado al público durante un episodio, algo que no se ha repetido en muchas ocasiones la última temporada.
Por su parte, un pequeño grupo se ha quedado descolgado del búnker, y la única solución que han encontrado es volver al Arca, donde empezó todo, con Raven a la cabeza. Esta chica es MacGiver por lo menos, se ha metido en un bucle surrealista que hace inverosímil cada decisión que toma, al final todo le sale redondo, y lo que cada vez soporto menos son sus cambios de humor constantes: "ahora lo quiero dejar todo, ahora junto dos cables y salvo al mundo, ahora abandono, ahora me recupero con más fuerza que nunca..." y así cuatro temporadas. Y que conste que Raven me cae bien, pero que se centre de una vez, por favor.
Este grupito de ocho personas ha perdido por el camino a Clarke, que en un intento por emular a Raven, se ha puesto a unir cables y mover antenas para que sus amigos puedan despegar. Y qué casualidad que siempre caigan en el punto deseado, como el Universo es pequeño y tal... Los "buenos" de 'The 100' han hecho hueco para Echo, una villana que les ha salvado el pellejo, pero que pedía algo a cambio, como era de esperar, subir con ellos al Arca. Han conseguido llegar, con el oxigeno justo, ahora está por ver si han sobrevivido todos.
Salto en el tiempo
En la quinta temporada daremos un salto en el tiempo de seis años y siete días desde el momento en el que ha terminado la cuarta tanda de capítulos. El Praimfaya ha barrido con lo que había en la Tierra, y vemos a Clarke acompañada por una niña, Madi, que podemos intuir que llevan años formando buen tándem para sobrevivir. Recordemos que en la última escena de Clarke en la actualidad, la rubia tiene la cara completamente quemada, debido a la bola de fuego que le pilla antes de refugiarse.
Más de seis años después, la protagonista está ilesa, con un corte de pelo que es lo que más llama la atención, poco más que añadir sobre su estado físico. Clarke está a la espera de que sus amigos bajen del Arca, porque teniendo en cuenta la trayectoria de estos chicos, seguro que caen en el lugar exacto donde está ella. Una nave está aterrizando, pero no es el Arca, ni se le parece, por lo que Clarke y Madi vuelven a temer por sus vidas, tal vez esta vez la "sangre nocturna" no les salve el pellejo.
El año que viene espero ver qué ha sido de Clarke estos seis años, cómo conoció a Madi, y muchas otras dudas que solo podrán resolver a base de flashbacks. Además, la convivencia de los supervivientes del Arca también ha tenido que ser interesante, igual que en el búnker, donde es improbable que todos hayan salido con vida. E
l planteamiento de la quinta temporada vuelve a poner en lo alto a 'The 100', y yo que quería abandonar... Iluso de mí.