(Contiene spoilers de la 2ª temporada)
Cuando The CW dio luz verde a '
The 100' muchos pensamos que se trataría de otra serie para adolescentes con las hormonas revolucionadas, en un hipotético futuro apocalíptico. A medida que ha ido avanzando la ficción hemos ido dándonos cuenta de que estábamos muy equivocados, si la primera temporada fue gratamente sorprendente, la segunda no se ha quedado atrás. De hecho, algunos que veían en un principio '
The 100' como un
guilty pleasure (placer culpable), terminan reconociendo que es
una de las mejores series que ofrecen los canales en abierto actualmente.
Clarke ha evolucionado junto a la serie, demostrando también que las apariencias engañan. Se ha convertido en una heroína, pero lejos de que su cometido sea la paz en el mundo y hacer el bien sin mirar con quien, a Clarke no le tiembla el pulso a la hora de apretar el gatillo o de tomar decisiones irreparables. La muerte de Finn ha marcado un antes y un después no solo en la protagonista, sino también en la forma de ver la serie.
En '
The 100' cada uno piensa en salvar su propio pellejo, como pasara en '
Perdidos', serie de la que tanto bebe, y no lo hace nada mal. Que los cien no estuvieran solos en la Tierra no me sorprendió, pero que sigan apareciendo nuevas tribus o rincones con habitantes extraños me parece excesivo. No obstante, hasta ahora
están explicando el origen de cada incógnita que se va creando, algo a lo que en otras series no se le da importancia.
El equipo de Clarke ha cerrado con éxito la trama de esos secuestradores tan sofisticados, aunque puede que su cabecilla siga dando guerra en la siguiente temporada, ya que salvó su vida sin importarle la del resto. Lo que no esperaba es encontrarse con Lincoln en mitad del bosque, donde éste le hizo probar de su propia medicina, convirtiéndolo en un carroñero.
Por otra parte, Clarke no esperaba esta temporada ser traicionada por los terrícolas, hizo buenas migas con Lexa (mejores 'migas' de lo que podíamos imaginar, otro punto por esa escena a The CW), pero ésta no dudó en dejarles tirados en la estacada. A pesar de las advertencias de sus amigos, Clarke siguió su instinto, y esta vez le falló. Tal vez por eso en este final de temporada nos hace saber que va a seguir su propio camino, alejada del resto del grupo, como un ermitaño cualquiera.
Los adultos han vuelto a ser el elemento más flojo en '
The 100', sus tramas carecen de interés, si es que les queda alguna historia que contar, porque su presencia se ha visto reducida a cero en los últimos episodios, y tampoco se les echa de menos. El que más aparece es
Jaha, y sigue cayéndome como una patada en la entrepierna, mientras que a Clarke se le perdona que asesine a sangre fría a su amor platónico, a Jaha no le paso que lanzara al mar a este figurante no más prescindible que él.
Este año la última escena también nos muestra a Jaha en solitario, en esta ocasión en una especie de mansión rodeada de drones y con una mujer digital dándole la bienvenida. Seguro que este nuevo lugar dará mucho que hablar en la tercera etapa de la serie, ya estoy deseando que llegue.
La segunda temporada de '
The 100' ha superado en muchos aspectos a la primera,
ha madurado y nos ha demostrado que ningún personaje es imprescindible, quizás solo Clarke. En este trozo de la Tierra en el que ha ido a parar su nave pueden seguir ocurriendo infinidad de aventuras, la idea ya está perfectamente desarrollado, y cuentan con personajes queridos/odiados a partes iguales por los espectadores. Solo pido que en otoño regresen en la misma línea, y no con más de 16 capítulos por temporada.