Tan real como fantástica, 'Once Upon A Time'

'Once Upon A Time' se ha colado en las quinielas de gran parte de la audiencias cuando se les pregunta cuáles son los estrenos más valorados de esta última temporada. Y no es para menos, de principio a fin la magia de ABC ha enganchado a un buen puñado de fieles, reconvirtiendo historias como la de los 7 enanitos, Pinocho o la mismísima Blancanieves.

A partir de ahora será difícil mirar con los mismos ojos a las princesas Disney o leer cualquier cuento mítico. En 'Once Upon A Time' han sabido encontrar el punto adecuado entre la realidad y la fantasía y se han asentado en esa buena posición durante 22 capítulos. Los personajes van y vienen, sin cansar al espectador o saturarnos con la presencia de ciertas tramas, algunas han sido fugaces, pero otras han estado presentes en (casi) todo momento, pero sin dar cabida al aburrimiento, ofreciéndolas en las dosis perfectas.

Emma parecía hasta ahora la única cuerda en Storybrooke, pero en la recta final del desenlace de esta temporada ha sido capaz de verlo todo más claro. Su amigo y confidente se está convirtiendo en un muñeco de madera, su hijo ha sido envenenado por una manzana que iba dirigida a ella y ha visto como un dragón ha estado apunto de acabar con su vida. Ahora Emma cree en la magia y en el mundo de fantasía del que Henry tanto hablaba, y una vez abiertos los ojos todo cambia.

La lucha entre Regina y Rumpelstinski por colgarse la medalla de ser el más malévolo del planeta no conoce fin. Cuando parece que Emma y Regina pueden llegar a un acuerdo y combatir a un enemigo común, una sonrisa pícara y característica de mala de cuento descubre a una Regina que no se cansa de buscar venganza. La magia se ha extendido en el remoto pueblo del que sus habitantes no pueden salir y queda en el aire descubrir si a partir de ahora la fantasía se instala en Storybrooke, o si serán sus habitantes los que se trasladen al mundo mágico.

Lana Parrilla (Regina) destaca por completo en la ficción de ABC, sus gestos y su complicidad con la cámara son más fantásticos que la propia serie. De todos modos, su compañero Robert Carlyle (Rumpelstinski) también se sale, y juntos forman un dúo maquiavélico insuperable. Además, uno de los mejores episodios es en el que se descubre el pasado de Regina, conocer el origen de la maldad de ésta y la razón por la que tiene tanta manía a Blancanieves fue, cuanto menos, interesante.

Una cuenta pendiente en la serie siguen siendo sus efectos especiales, por suerte no abusan de ellos y tampoco tienen gran peso en la historia. En cambio, a la hora de transportarnos a cualquier historia los responsables de 'Once Upon A Time' son unos ases y consiguen la ambientación apropiada.

Salvando las diferencias, me atrevería a comparar esta primera temporada con la serie 'Lost', sus similitudes son innegables, desde la narración de la historia, mezclando el mundo real con el de fantasía, en el caso de 'Lost' lo comparaban con la vida de los náufragos fuera de la isla; hasta los objetos o aparatos que aparecen continuamente, como el ascensor que lleva al otro mundo o el sombrero transportador. Por el momento, los retazos que han simulado de la otra serie han sido acertados, los han mimetizado de una forma sutil con su estética.

'Once Upon A Time' se está convirtiendo en un nuevo género que muchos ya están intentando imitar.

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