(Contiene spoilers de la 4ª temporada)
Hace unas semanas ABC Family anunció que '
Switched at Birth' tendrá quinta temporada, y verá la luz el año que viene. Por lo tanto, la próxima vez que veamos la serie se emitirá en el mismo canal, pero de nombre diferente, Freeform. Todo apuntaba a que la cuarta etapa sería la última del drama familiar, por su limitada capacidad para crear nuevas tramas interesantes, pero parece que
la familia Kennish-Vázquez tiene cuerda para rato, como mínimo para unos veinte episodios más.
La segunda mitad de la recién terminada cuarta temporada, ha estado a la altura de las anteriores. No podemos decir que sea una de las mejores ficciones de la actualidad, pero entretiene y hace que sientas a la familia protagonista como tuya. Todos los personajes podrían ser reales, no se regodean en la exageración, y plasman de manera ejemplar el universo de la sordera, haciendo una gran labor social, y de visibilidad, que a veces no hacen los Gobiernos.
En este etapa, Emmett ha estado alejado de la serie, al menos físicamente, ya que se encontraba en Los Ángeles estudiando para estar más cerca de convertirse en director de cine. Una de las historias más potentes en 'Switched at Birth' es la del chico con Bay, pero llevamos más de cuatro años dando vueltas sobre lo mismo, y tal vez sea hora de pasar página, aunque todo apunta a que seguirán en bucle, hasta terminar juntos comiendo perdices. Lo más sorprendente de la ausencia de Emmett ha sido la rapidez de su mejor amigo y casi hermano, Travis, para enamorarse de Bay, cogido con pinzas, y más alucinante que la morena se decida a enrollarse con él en el último episodio, ¿será por despecho?
Daphne también está metida en un triángulo amoroso. Su idilio con el guaperas del instituto está durando más de lo esperado, y es que el chico está demostrando que no hay que fiarse de las primeras impresiones, es mucho más inteligente y sentimental de lo que aparentaba en un principio. Ella ha metido nuevamente la pata, cuando una relación le va bien echa todo a perder, algo que no encaja con un personaje tan meticuloso como este, nunca ha sido la niña buena que nos han querido vender, cada vez tiene menos sentido, y si antes decía que todos los personajes son reales, rectifico, Daphne cada vez sirve más como comodín para los guionistas. Esta vez se ha liado con un joven que ayuda en México a los sordos sin recursos. Y no parece que el affaire se haya quedado en eso.
Hasta Toby tiene trama esta vez, ha dejado embarazada a la profesora, y han decidido seguir adelante a pesar de tener dudas tras saber que el pequeño nacerá con Síndrome Down, es más, esto les ha unido. La pareja estaba rota y ahora parecen sacados de la casa de la pradera, además se van a ir a Londres, y espero que a Toby esa estancia por Europa le dure más que la vez que marchó a Islandia. Un poco aburrido el chico.
Los Kennish siguen con problemas económicos que poco importan, y en medio de todo ese embrollo, Kathryn se ha reencontrado con un fantasma del pasado. En esta serie siempre vuelven los secundarios o episódicos que algún día estuvieron en la vida de los protagonistas. Y me gusta esa retroalimentación, y la capacidad que tienen de crear nuevas subtramas o reencuentros con los mismos actores de hace tres o cuatro años.
Sin embargo, la historia más potente viene de la mano de Regina, todo un thriller que parece que es independiente al resto de la serie. Regina se ha metido en una película de sobremesa de sábado en Antena 3. El hombre del que está enamorada, y empezando una nueva vida, ha huído otra vez con su hijo, para escapar de una ex que estaba enganchada a las drogas, y más tarde relacionada con el narcotráfico. En todo esto ha estado metida Daphne como testigo, y Bay se ha vuelto a sentir desplaza, en un arranque de celos de niña pequeña ha levantado la manta y ha dejado al descubierto a Regina y su novio, provocando que su madre biológica se quede compuesta y desolada. Y a saber lo que pasa ahora con la madre del niño suelta por ahí con un ataque de rabia, supongo.
No contenta con eso, Bay se va a China, y allí es donde la vemos en la última escena de la temporada junto a Daphne, en una China de cartón piedra y más falsa que la relación entre Travis y Bay. Sabemos que algo ocurre en Estados Unidos, porque Bay recibe una llamada mientras tatúa a una china, y acude a Daphne para informarle que deben regresar a casa. Y así nos dejan, con un cliffhanger de los fáciles, porque no hay pistas sobre lo que ha podido ocurrir, ¿estará relacionado con la trama de Regina? ¿Habrá pasado algo con el hijo de Toby? ¿Son los problemas económicos de los Kennish los que han agitado a las hermanas? Todas las conjeturas son en balde porque pueden salir con cualquier cosa, así que esperaremos pacientemente, para cuando ABC Family sea oficialmente Freeform.