Como ya adelanté al inicio del verano, '
Switched at Birth' fue una de las grandes apuestas del canal americano 'ABC Family', y ahora que entramos en al recta final de esta querida estación del año, podemos confirmar que
la serie ha superado todas las expectativas. Personalmente los líos de estas dos familias me han tenido enganchado a lo largo de los diez capítulos, cada semana aparecía un nuevo problema o secreto por desvelar, envueltos por una línea narrativa correcta.
En la primera temporada hemos podido ir conociendo a las protagonistas del drama, Bay y Daphne, que aunque nada tenga que ver una con la otra, ambas fueron intercambiadas al nacer y se han criado con una familia que no es la suya. Varios acontecimientos unen a las dos jóvenes, ya que no sólo tienen en común ese drástico cambio, tanto Daphne como Bay tienen la facilidad de enamorarse del mismo chico, y no en una sola ocasión, sino por partida doble, o triple.
En los episodios finales de la primera tanda el objetivo de ambas es Emmett, un amigo de la infancia de Daphne, con el que ésta siempre ha estado muy unido, pero no se ha dado cuenta de su atracción por él hasta ahora, justo cuando Bay lo tiene fichado. Emmett es uno de los personajes más carismáticos y enternecedores, y no lo digo por el hecho de ser sordomudo, sino por su forma de ser, siempre atento con los de al lado, sin malos rollos y completamente a su bola.
Todo lo contrario podríamos decir del hermano de Bay (o de Daphne, es complicado definirlo), Toby. Sus problemas no interesan, y pese a estar siempre en segundo plano sigue siendo demasiado peso para un personaje tan aburrido y con tan poca sustancia. Al menos en el final de temporada decidieron dejar apartada su adicción al juego y a las apuestas, no pintaba nada.
En cambio, los padres de las dos protagonistas ocupan una parte importante en '
Switched at Birth'.
Los enfrentamientos entre las dos familias no cesan, y es probable que jamás lleguen a un acuerdo o a ser íntimos, pero por el momento están aprendiendo a convivir y se ve que son personajes que evolucionan. Pese a resultar poco creíble el hecho de que Daphne y su madre Regina se instalaran en la casa contigua de los Kennish, pienso que ha sido necesario para crear la tensión necesaria entre las dos partes.
John Kennish, padre biológico de Daphne, ha sido el que más obstáculos ha puesto a sus nuevas compañeras de residencia, sobre todo en el caso de Regina, a la que ha querido controlar en todo momento. Los Kennish son muy conservadores y no aceptan la manera en la que Regina ha educado a su hija, en un ambiente mucho más liberal del que a ellos les gustaría. Aun así, Daphne no parece sentirse molesta por la reacción de sus padres biológicos y ha dado la espalda en más de una ocasión a la madre que la crió.
Respecto a Bay, la joven rebelde busca constantemente respuestas, y gracias a ello hemos descubierto que Regina conocía todo el
pastel desde hace años, y de la misma forma hemos podido saber quien es el padre biológico de Bay, Angelo, interpretado por Gilles Marini ('
Cinco Hermanos'). A veces la joven se siente sola, y no es para menos, ya que desde fuera
da la sensación de que las dos familias luchan por Daphne, pero no lo hacen igual por Bay, quizás sea eso lo que la empujó a buscar a su verdadero padre.
Es muy probable que el año que viene podamos seguir disfrutando de '
Switched at Birth', aunque todavía no hay nada confirmado al respecto. Las tramas familiares pueden seguir dando mucho juego, tanto como la rivalidad entre las dos protagonistas o la baza con la que juega la serie,
la sordera. El tema está muy bien tratado y no pierde realismo cuando se comunican entre ellos mediante signos, sobre todo cuando discuten, en ocasiones no da tiempo ni a leer los subtítulos, pero es una serie a la que
merece la pena darle una oportunidad, sobre todo si te gustan las series teen o los dramas familiares.
Dale al Stop en Twitter