'Switched at Birth': centrada en los sordomudos, destinada a todos los públicos

'Separadas al Nacer', conocida oficialmente como 'Switched at Birth', ha llegado al final de su segunda etapa, aunque continúa siendo la primera temporada de la serie. ABC Family estrenó en EE.UU esta serie teen con un toque novedoso, el factor común en todas las tramas es el lenguaje de signos y las complicadas relaciones entre personas que no son sordomudas y otras que lo son. De todos modos, tras 22 episodios hemos llegado a la conclusión de que una relación entre dos o más sujetos puede ser todo lo difícil y comunicativa que las personas implicadas quieran.

En la primera tanda de 10 capítulos, emitido el verano pasado, el relato se centraba en las diferencias entre Bay y Daphne, las protagonistas que fueron separadas al nacer, como el "original" título de la serie indica. En esta segunda tanda que dio comienzo en enero y que está compuesta por 12 episodios, el eje ha sido el amor, o las relaciones sentimentales de las dos jóvenes. Emmett fue en un principio la pieza clave de ese triángulo amoroso que sigue existiendo, aunque Daphne se esfuerce en aparentar lo contrario.

Los caracteres de Bay y Emmett son opuestos, durante las últimas entregas ambos han tenido que hacer frente a un sinfín de obstáculos, siendo finalmente la comunicación el bache más fácil de superar. La madre del chico, sus problemas familiares, el exnovio de Bay o los ataques de rebeldía de la joven con sus desesperantes graffitis han sido más duros que la lengua de signos. De todos modos, la peculiar pareja ha salido airosa de todos sus problemas, aunque el secreto que ha estallado en una de las escenas finales no va a ser tan sencillo de olvidar.

En este sentido, Simone se ha convertido en el detonante, y todavía Toby ignora la aventura de su novia, el que sí lo sabe es el mejor amigo de Toby, Wilke. Este último está saliendo con Daphne, pero la chica no encuentra su lugar, y todo apunta a que sigue enamorada de su platónico Emmett. Además ahora hay otro agente que se ha metido de lleno en este mar de encrucijadas, el nuevo amigo sordomudo de Daphne.

Por otra parte, son los padres los que ocupan una parte importante de las tramas de 'Switched at Birth'. Los Kennish, John y Kathryn, no pasan por su mejor momento, lejos de ser el matrimonio perfecto con la vida perfecta que nos vendieron en el primer contacto, los lazos que unen a la pareja se están resintiendo. Esta familia conservadora no es lo que era desde que descubrieron que Bay no es su hija, y cuando tuvieron que acoger a la que es su vástaga biológica (Daphne), y a su madre y a su abuela, todo cambió.

Ahora Kathryn está centrada en su libro, como si de Paco Umbral se tratara, es de lo único que habla, y tras conseguir el apoyo de Regina todo le parece mucho más fácil. Lo complicado es capear el temporal con el atractivo abogado de por medio, Craig, que está más interesado en la propia Kathryn que en su pesada novela. Algo parecido ocurre con John Kennish, el patriarca encaja sorprendentemente bien con la madre de Emmett, Melody, y casi seguro que esa amistad dará mucho que hablar.

La guinda del pastel la pone Regina Vasquez, su tormentosa relación con Angelo sigue en el punto de mira. Seguramente el italiano (Gilles Marini debe tener una desorientación enorme porque en cada serie tiene una nacionalidad diferente) haya cambiado y quiera algo de estabilidad tanto sentimental como con su hija, o con las dos. También Regina está en un momento de paréntesis, manteniendo un romance, probablemente fugaz, con un nuevo compañero de fatigas.

En otoño 'Switched at Birth' regresa a ABC Family, mientras tanto sabremos llevar con calma la espera, ya que a pesar de ser una serie entretenida y con varios factores que la diferencian del resto, tampoco es una obra maestra o un producto imprescindible. Lo que está claro es que los Kennish-Vasquez-Sorrento han demostrado que la historia que nos tienen que contar no se limita a ese socorrido intercambio de bebés, todos sus personajes tienen algo más que ofrecer.

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