'Skins' T5: relaciones complicadas

La quinta temporada de 'Skins' ha sido fugaz, ocho capítulos han sabido a poco, y lo peor es que la espera será larga, porque hasta enero del año que viene no podremos volver a ver a Franky, Alo, Mini y sus amigos.

En mi opinión, esta nueva generación ha tardado más en calar que las anteriores. El episodio piloto fue genial, pero después se desinfló con uno de los capítulos más aburridos de la historia de la serie (el que estaba centrado en el metalero Rich). De ahí en adelante los capítulos se sorteaban entre mediocres, buenos y muy buenos, como ese final de temporada que ha sido muy emotivo, sin tener por qué ser triste o alegre.

Después del capítulo final varias dudas han quedado en el aire, que presumiblemente se resolverán en los próximos capítulos. Entre las tramas que quedan por desarrollar en la sexta entrega de 'Skins' podemos mencionar la relación del triángulo amoroso Liv-Matt-Franky; aunque de cara al futuro este triángulo se podría convertir en un cuadrado (sumando a la cada vez más indefinida Mini). Aunque la posición de Liv en este juego tampoco es muy clara, ya que en el desenlace de la quinta temporada parece que deja el camino libre a la posible relación sentimental de Matt y Franky, quedándose con el bonito recuerdo del día en el que Liv conoció al joven, uno de los mejores capítulos de la temporada.

En un principio la más ambigua fue Franky; recuerdo empezar su capítulo con una confusión abismal, sin saber si se trataba de un chico o una chica, y más adelante sin tener clara su condición sexual. Aun así, a medida que avanza la primera temporada de la tercera generación, quien crea más dudas al respecto es la popular Mini. Comienza con la tormentosa relación que mantiene con el chico guay del insti, Nick, pero desde un principio está claro que lo suyo es pura conveniencia, y todo queda demostrado cuando éste se acuesta con Liv, mejor amiga de Mini. Desde ese instante la rubia está en un extraño limbo, y no sabemos si realmente es tan amiga de Franky y los que para ella eran una panda de freaks, o quizás en el fondo los considere amigos; o incluso algo más en el caso de Franky, como me pareció entender en el último episodio.

La pareja más consolidada, pero a la vez, a mi parecer, la más aburrida es la formada por Richard y Grace. Incluso han estado a un paso de casarse en un arranque de rebeldía por parte de la joven. Grace no estaba dispuesta a que su padre moviese los hilos de su futuro, pero finalmente no hizo falta que ninguno de ellos pronunciase el 'sí, quiero'.

Para el año que viene también queda en el aire la relación entre Grace y su familia, concretamente la de su estricto padre, director del instituto en el que estudian los 'Skins'. Aun así no es Grace la única con problemas en casa, ya que todos sus amigos tiene algún tipo de disputa con los padres, siendo siempre curiosamente los mayores quienes representan la excentricidad y las situaciones más surrealistas de la serie.

Por último, queda Alo, el personaje más carismático y a la vez original de la serie. El granjero también tiene problemas familiares, para variar, y él también se refugia en su variopinto grupo de amigos para dejar a un lado los problemas. Lo único que le falta a Alo es un amor correspondido, que en algún momento pensé en Mini para ello, pero después de lo visto en el último episodio no sé si será posible. Ya veremos que le depara en la próxima tanda de capítulos, a no ser que los guionistas le olviden como hicieron con Pandora en la segunda generación.

Ojala en España se apostara por series juveniles de este estilo, o incluso en EEUU, aunque puede ser que 'La Pecera de Eva' o la nueva versión americana de 'Skins' sean un primer paso.