(Contiene spoilers)
Pobre de mí. Yo que tenía ilusiones por una nueva tanda de episodios de '
Skam', y ya me imaginaba al protagonista de la siguiente temporada. Pero no. La serie noruega ha acabado definitivamente tras la cuarta etapa, con
nueve episodios brillantes centrados en una de las protagonistas más enigmáticas y diferentes de la ficción, Sana.
La joven musulmana nos ha mostrado su entorno familiar, sus pensamientos más internos y algunas de las costumbres por las que se deja llevar, y por las que también es juzgada. De esta temporada me quedo con sus conversaciones con Isak, del que me alegro que haya seguido apareciendo en la cuarta etapa, y encima le va bien con Even, un milagro en 'Skam', donde las parejas tienden a romper de un curso a otro.
Gracias a Sana, la televisión nórdica ha puesto sobre la mesa un debate acerca de la religión. Los prejuicios de la sociedad hacia una mujer que lleva velo o las distinciones, y discriminaciones, que las religiones hacen entre hombres y mujeres, especialmente la musulmana, en la que dan mucha más carta blanca a los hijos varones que, en este caso, a Sana. Se refleja en la relación de los padres de la protagonista con los hijos, siempre más estrictos con la joven, poniendo en duda incluso sus amistades, que como todos sabemos no se decantan por la religión musulmana.
Como no podía ser de otra manera, en este tramo de 'Skam' también ha habido sitio para el romanticismo. Sana no es de piedra, y se siente atraída por un amigo de su hermano, que casualmente no es musulmán, aunque por su tez todos piensan lo contrario, los prejuicios vuelven a atacar. Yousef es un chico abierto y simpático, me gusta que todo haya terminado bien entre ellos, aunque no hemos podido ver más allá de las hormiguitas en el estómago, y nos quedaremos con las ganas de saber más, porque sí, esto se ha acabado.
Noora ha vuelto a estar metida en medio de una pareja, pero en este caso se ha tratado de un malentendido. La tentación rubia ha llegado de Londres sin William, y los rumores de que el chico está con una inglesa ha hecho saltar las alarmas, y Noora se ha vuelto a sumir en un drama, quitando parte del protagonismo a una Sana llena de ira, que ha llegado a hacer cosas poco éticas en las redes sociales, suplantando identidades y difamando sobre las que piensa que son sus enemigas.
Nos vamos de Russ
La fiesta del final de graduación en Noruega es un desfase total, y lo más sorprendente de todo es que el Gobierno ayuda económicamente a los chavales a organizar esta fiesta por todo lo alto para celebrar el fin del instituto. No penséis que gastan esa subvención en libros, porque lo que hacen es alquilar un autobús y llenarlo de alcohol para estar durante aproximadamente un mes en un estado etílico permanente.
Después de cuatro temporadas organizando este Russ, con Vilde a la cabeza y súper preocupada por cómo va a quedar su parcela de la fiesta, la serie empezó a despedirse. En el capítulo final Sana cede protagonismo al resto de personajes que no han tenido una temporada centrada en ellos, incluso Linn tiene su espacio, una chica peculiar donde las haya que no ha pronunciado más de tres frases en más de 40 capítulos.
En este último tramo, vemos cómo han evolucionado los personajes de los que nos hemos encariñado estos meses atrás. La complicidad de Even e Isak es equiparable a la de Eva y Jonas, aunque a estos últimos les va fenomenal como amigos, puede que lo estropeen dando ese paso que están a punto de dar en una de las escenas finales. Noora y William deciden no ir tan deprisa, ella sigue viviendo con Eskild y Linn, que a su vez aceptan al novio de su amiga, y hasta le invitan a vivir con ellos, algo que de momento él no está dispuesto a hacer.
Chris y Vilde demuestran su inquebrantable amistad en la recta final, apoyándose mutuamente. Fueron las pioneras de este entrañable grupo de amigas, con su unión empezó todo, y también termina con ellas. Chris ha estado ausente en muchos momentos a lo largo de la serie, pero puede que sea un personaje que no funcione en modo protagonista, mejor en pequeñas dosis. Y cerramos con Sana, que sigue flirteando con Yousef, y tendrá que seguir luchando contra los prejuicios y esquivando los dardos de su familia y su religión, pero ya nos ha demostrado en nueve episodios que tiene criterio propio y no le falta poder de decisión.
Cerramos una temporada muy buena, o mejor todavía, una serie inolvidable. La rompedora 'Skam' se ha atrevido con temas de todo tipo, poniendo el foco en la adolescencia y mostrándonos cómo se comporta la sociedad noruega, no siempre tan perfecta como tendemos a idealizar en el sur. No me cansaría de ver más sobre este grupo de estudiantes, pero todo tiene un final, y éste ha llegado pronto para mi gusto. Takk.