(Contiene spoilers del capítulos 6x02)
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Shameless' es una de esas series que uno nunca se cansa de ver, en cada capítulo pasan un montón de cosas relacionadas con esta familia disfuncional, y tan poco convencional. Los Gallagher saben hacer frente a las adversidades como nadie, y han aprendido a
ponerse de pie después de cada golpe. En la sexta temporada no iba a ser menos, y la familia de Showtime no deja de tener problemas.
Fiona está más estresada que nunca, no solo debe hacer frente a su situación laboral, que ha cambiado tras ascender gracias al tipo con el que se acuesta, que es su novio. Ahora en el restaurante todos sus compañeros la odian, incluido su hermano Ian, que ha regresado más pasivo que nunca, le resbala todo y no muestra agradecimiento tras todo lo que la familia ha hecho por él. Tanto es así que la hermana mayor se ha visto obligada a despedirle, ¿o es él quien ha tirado la toalla?
En lo sentimental, Fiona tampoco tiene suerte, es un clásico, el año pasado la vimos casada, y poco le duró el matrimonio, ahora sigue con su jefe que además le ha confesado que es adicto a la heroína, ¡y acaba de recaer! No gana para disgustos, pero lo más fuerte llega de la mano de Debbie, que está embarazada, y es un niño buscado al que quiere sacar adelante, aunque no sea capaz ni de cuidar de un saco de harina. Debbie intenta encontrar su sitio en el instituto, y tiene como referencia a las más chonis del lugar, que es lo que abunda a su alrededor.
El drama de la pequeña de los Gallagher es que su novio, o lo que fuera, se ha marchado a Florida, empujado por sus padres que se desentienden del bebé. Fiona insiste en que aborte, pero ella se niega rotundamente, por mucho que sus otros hermanos también la intenten convencer. Esta niña es un sol.
Pero no se queda ahí la tragedia de Fiona para este inicio de temporada, uno de los más potentes. La joven también descubre que está embarazada en el final del segundo episodio, algo que no le hace recapacitar sobre la situación de su hermana, ya que no para de empujarla para que aborte. Debbie se siente asfixiada, y eso unido a su locura por ese chico, o lo que representa el chaval para ella, hace la maleta y va tras él.
Frank y los demás
No es una sorpresa que Frank vaya a su bola, con tramas que no involucran directamente a sus hijos. Esta vez él intenta entenderles y acercarse a ellos, pero como cabe esperar, no le creen. Tras la muerte de Bianca, su follamiga repentina, Frank está muy tocado y parece que quiere cambiar. Nada más lejos de la realidad, sigue siendo el mismo y busca su propio beneficio, lo demuestra en el hospital buscando a la sustituta de la difunta.
En su intento por buscar a la nueva Bianca (debe ser una joven guapa que tenga cáncer terminal) pincha, la mujer elegida no le dura ni dos asaltos y termina muerta sobre las piernas del protagonista tras dar una calada a lo que Frank le haya ofrecido. Nada buen seguro.
Respecto al resto de hijos, Carl ha salido del correccional, más macarra y temido que nunca. Además, vuelve a casa acompañado por un amigo enorme que parece su guardaespaldas, duerme en el suelo amarrado al arma de turno. La familia no se atreve a echarle o a decirle algo a Carl, el chico sigue metido en temas de trapicheo, poniendo en práctica todo lo aprendido en su encierro. La pregunta es, ¿volverá Chuckie para vengarse?
Por su parte, Lip me sigue pareciendo el más aburrido de los Gallagher con diferencia, sus inverosímiles historietas en la Universidad son pesadas, y ha ascendido demasiado rápido. Quizás sea el más soñoliento porque a él le va bien comparado con sus hermanos, pero sus tramas parecen de otra serie, fuera de 'Shameless'. La rara relación de Lip con la profesora seguro que le trae problemas, el marido y el hijo de la misma son testigos del affaire que mantiene esta inhóspita pareja.
Luego está el pequeño Liam, que sigue aportando lo mismo que el atrezzo. Da la sensación de que no crece, ni siquiera tiene diálogos, por muy cortos que sean, tal vez tenga algún handicap del que la familia no es consciente. Tan sumidos en sus problemas, ignoran al pobre chiquitín. A este paso, las hijas de Kev y Veronica van a adelantar a Liam.
Secundarios imprescindibles
Hablando de los vecinos, Kev y Vero han empezado la sexta temporada con una trama alejada de los Gallagher, como viene siendo habitual los últimos años. En esta ocasión, el vecino de la pareja, un griego homófobo con muy mala leche, no para de hacer ruido para molestar a las lesbianas que se han mudado a la barriada. Ellas son de armas tomar y no se achantan ante los ataques de este hombre. Kevin intenta mediar para conseguir paz y tranquilidad en su hogar, ya que afecta a las pequeñas, para ello corta los cables de la moto del griego, y así desprenderse del horrible ruido por las noches. Sin darse cuenta le haya quitado los frenos, algo que va a traer más quebraderos de cabeza a la casa de los amigos de Fiona, peor que cualquier ruido.
Svetlana está mal aprovechada en el bar, puede que esta especie de subtrama que le han dado crezca y sorprenda tanto como el año anterior, pero me gusta mas verla puteando a Mickey. Es una pena que ahora tengamos que ver al "novio" de Ian en limitadas visitas a la prisión, Mickey es uno de los grandes en 'Shameless', y sería una lástima perderle, igual que pasó con Sheila, a la que aún espero volver a ver este año.
La temporada siete ya está confirmada, así que a disfrutar de los diez episodios que queda por emitir de la actual, sin miedo a que acabe, porque hay Gallagher para rato.