'Sense8', más unidos que nunca

Netflix ya ha estrenado la segunda temporada completa de 'Sense8', tras el especial de Navidad los protagonistas vuelven a aparecer en nuestras pantallas para superar sus problemas y descubrir por qué perciben las mismas experiencias y sentimientos que sus compañeros. Los ocho personajes principales han regresado con una unión más marcada que en la etapa anterior, donde pudimos conocerlos bien y adentrarnos en sus vidas.

Ahora que las presentaciones están más que superaras, los guionistas han querido ir más allá, y ahondar en lo que nos importa a todos: ¿cuál es el origen de los sensates? En estos tres primeros episodios han explicado más cosas que en toda la primera temporada, en la que lo importante era ver cómo se iban mezclando las historias de los protagonistas. De hecho, a estas alturas ya están completamente sincronizados y no les cuesta unir fuerzas para salvar el pellejo del compañero.

La trama de más acción sigue siendo la de Sun. La coreana ha logrado escapar de la prisión, con ayuda de los sensates, pero sin su compañera de celda no hubiese sido posible. Se ha dado a la fuga y tendrá que esquivar a la policía, además puede que tenga a un cómplice entre los agentes, una historia de amor fallida asoma en la vida de Sun, y pinta bien. Con Lito, otro de mis favoritos, tampoco te aburres, su historia está manida, pero el carácter del mexicano siempre aporta algo que engancha, esa complicidad con su pareja es adorable. No tanto como la de Nomi con Amanita, lo de estas chicas es de otro planeta, la novia de la sensate ha demostrado tener más paciencia que nadie, y ya casi es uno más de esa extraña cuadrilla.

En el bando más soporífero están Riley y Will, lo mejor de ellos es que en esta temporada nos regalan escenas en una nueva localización que no tiene desperdicio, Ámsterdam. La islandesa es muy intensa, no me interesa nada, y el poli se está volviendo un blando junto a ella, su historia de amor me resulta aburrida, y hacen que todo lo relacionado con la búsqueda del villano me de una pereza enorme. Vaya dos personajes más insulsos se han ido a juntar. Con Capheus ocurre algo parecido, pero al menos es un tipo más simpático; por cierto, el cambio de actor no ha sido para nada relevante.

Para terminar, la vida de Kala podría ser más interesante de lo que nos cuentan, sigue en segundo plano, asediada por su marido, con el que se podría decir que estuvo obligada a casarse. Wolfgang y ella hacen muy buena pareja, y quizás hasta el momento nos hayan faltado escenas de ellos dos juntos, aunque corren el riesgo de convertirse en los nuevos Riley-Will, así que por una parte prefiero que sigan caminos separados, con encuentros esporádicos.

Will y su cluster han destapado la identidad de Whispers, pero su poder es más grande de lo que piensan, y todavía les queda un largo camino para llegar al centro del asunto. Al menos hemos podido comprender de dónde viene Angelica, y si no tuviésemos suficiente con nuestros sensates, la serie nos empieza a presentar otro cluster, al que pertenecía Angélica, y con el que Lito tiene un vínculo. Todo se une, y ellos han demostrado que cada vez están más unidos también.

La serie sigue teniendo altibajos, ahora solo con Lana Wachowski al frente parece que es menos caótico, o puede que sea porque nos hemos acostumbrado al ritmo raruno de 'Sense8'. Con todo, yo me sigo quedando con la diversidad en las localizaciones, ver en un mismo capítulo paisajes tan diferentes como los de Nairobi o Corea del Sur me parece fascinante, aunque en ocasiones recurran a cromas y cartón piedra, pero lo usan con un arte que ya quisieran otros. Continúa flojeando en la forma de contar las historias, muchas veces forzado, y muchas de las tramas despiertan cero interés. No obstante, los sensates tienen algo que te empuja a querer seguir sabiendo más de ellos, como si de una serie de aventuras se tratara.

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