(No contiene spoilers)
Netflix estrenó en mayo una de esas series que pasan desapercibidas, pero tienen un aliciente importante que consigue que se hable de ella. La expectación no estaba puesta sobre la ficción, sino sobre el regreso de uno de los actores más emblemáticos de la televisión, Michael C. Hall.
A pesar de contar con el actor americano, el drama que nos presenta Netflix está rodado y ambientado en Reino Unido, en una urbanización de ricos británicos, en la que todos los vecinos tienen algo que ocultar. Este thriller no va a pasar a la historia por su trama innovadora o compleja, porque no lo es, pero sirve para entretener al espectador, y nos permite jugar con ellos a averiguar qué ha pasado con la adolescente desaparecida.
Michael C. Hall interpreta a Tom en 'Safe', un viudo que está a cargo de sus dos hijas, una de ellas adolescente, Jenny. La joven desaparece de forma sospechosa tras una fiesta en casa de una amiga del instituto. En el guateque no faltan los excesos de alcohol, las drogas y el sexo, y puestos a añadir líneas rojas, el festín culmina con un cadáver en la piscina.
El chico asesinado es novio de Jenny, y esto abre una línea de investigación que salpicará a todos los vecinos de la urbanización, jóvenes y mayores. La detective Sophie Mason lleva el caso, y tiene como ayudante a una joven agente eficaz y correcta, con ganas de esclarecer todo el asunto y llegar hasta el final. Incluso esta agente que se une al caso tiene un secreto relacionado con la comunidad formada en el barrio residencial.
C. Hall no destaca como lo hizo en sus series anteriores en calidad de protagonista, es un personaje menos carismático que Dexter Morgan o David Fisher, pero Tom se termina convirtiendo en los ojos del espectador, avanzamos en la trama de su mano. El resto de personajes destaca menos aún, cumplen con una serie de clichés y parece que su única función es ser parte del tablero, unos peones más pendientes de sostener la intriga que de crear una historia sólida para el recuerdo.
Hay que decir a favor de 'Safe' que han sabido mantener la intriga durante los ocho capítulos, algo que tampoco es fácil a estas alturas, cuando se han producido tantas series centradas en casos de adolescentes desaparecidos. Al final de cada episodio lograban dejar la tensión y la intriga en lo más alto, con cliffhangers que empujan al espectador a reproducir el siguiente capítulo. Además, otra lanza a su favor, la duración de cada una de las partes no pasa de los 45 minutos, y es muy fácil de seguir, sin que decaiga la atención en ningún momento.
Como decía anteriormente, 'Safe' no pasará a la historia, pero si no tienes nada mejor que ver te puede entretener durante unos cuantos días. El final es completamente cerrado, y no se aprovechan en ningún momento del espectador dejando puertas abiertas o con incógnitas en el aire. Todo está bien hilado desde el principio, y eso se nota en el desenlace. Un thriller fácil de seguir, que nos permite disfrutar de un discreto Michael C. Hall.