(Contiene spoilers)
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RUN' ha cerrado de forma abrupta su única temporada, hasta el momento. HBO no se ha pronunciado acerca de la renovación de la
bizarra comedia romántica creada por Phoebe Waller-Bridge ('
Fleabag'). A decir verdad, la ficción también llegó de una manera extraña a nuestras vidas y nos ha acompañado durante 7 semanas con un relato ágil, a veces divertido y en ocasiones hueco.
El sabor de boca que me ha dejado la primera temporada de 'RUN' es raro, no sabría si alabar o despotricar acerca de esta obra que ante todo ha resultado original. Tal vez solo por eso, por dejarme una sensación indescriptible, merece ocupar un buen puesto entre los estrenos del último año.
'RUN' no me ha sacado ninguna carcajada, tampoco me ha parecido un thriller sesudo e inmaculadamente hilado, ni siquiera me ha enganchado la historia de amor de estos dos viejos amigos. A su vez, me ha parecido una pareja protagonista con mucho magnetismo, han usado un humor sutil y han sabido aprovechar los giros que han complicado el viaje en tren de Ruby y Billy.
En resumen, 'RUN' ha corrido el riesgo de querer abarcar una larga lista de géneros y eso ha podido jugar en su contra. La mezcla no ha sido tan explosiva como esperaba, resultando a veces anodina. En cambio, la serie en su conjunto ha sido entretenida y sus capítulos de menos de 30 minutos se pasan volando.
Corre, sin mirar atrás
Merritt Wever y Domhnall Gleeson llevan todo el peso de la serie. Ruby y Billy hipnotizan desde el primer momento, teniendo al espectador pendiente de cuál será su siguiente movimiento. Me gusta también que la serie nos muestre algunos retazos de su pasado, porque conocemos poco de sus vidas actuales y nos van contando a qué se dedican o con quién viven en pequeñas dosis de información.
Lo que más valoro de la serie es su originalidad, rebosante. No solo se centra en la premisa de la historia: un mensaje de texto que hace correr a los protagonistas hacia la estación de tren. Consiguen mantener un halo de intriga que desemboca en un cadáver que la pareja deja a sus espaldas. A esto hay que sumar la desconfianza mutua que van generando hasta el último minuto, con una despedida inesperada que deja en jaque esta excéntrica historia de amor.