Revisionando ‘Friends’: Temporada Cinco

En la temporada anterior acabamos con una boda fallida, la de Ross y Emily, que ha seguido pesando durante la quinta tanda de episodios de ‘Friends’. Y por si eso fuera poco, la quinta temporada también acaba en boda, esta vez en Las Vegas, y con Ross nuevamente como protagonista.

En esta season finale todos se reúnen en Las Vegas con el fin de ver a Joey en su nuevo trabajo. El actor engaña a sus amigos haciéndoles creer que trabaja en el rodaje de una película de éxito, cuando realmente está de figurante en un casino, sacándose fotos con turistas. De todos modos, el resto no pierde el tiempo tras el largo viaje a Las Vegas, y mientras que Phoebe se pelea con una anciana por sacar el premio de cada una de las máquinas, Monica y Chandler deciden dar un paso más en su relación y casarse en la mítica ciudad.

La sorpresa llega cuando salen del altar Ross y Rachel, completamente borrachos. Para una temporada en la que la pareja se mantiene tranquilita, sin altibajos, omitiendo el mal rollo de Emily con Rachel, se guardan esto para el capítulo final. Tras este desliz, seguramente Monica y Chandler deciden posponer su enlace, promovido por una discusión en la que el protagonista volvía a ser Richard, el ex de la cocinera.

En la quinta temporada los protagonistas evolucionan de forma positiva, ya vamos conociendo más sus manías, como la de Monica con la limpieza o la costumbre de Rachel de perder cosas y ser un desastre en general, aunque eso no le impide ser aceptada en Ralph Lauren, la pija sigue escalando puestos. La época de camarera ya quedó atrás, y Ross también pasa página, se ha mudado tras la ruptura con Emily, y ahora vive en el edificio que está frente al de Monica, donde vivía el “tío gordo desnudo” para ser exactos.

Phoebe también se quita un gran peso de encima, o tres. La rubia da a luz a los trillizos, y sigue con su vida y sus locuras disparatadas. Su último ligue es un policía que parece muy majetón, hasta que decide disparar a un pájaro porque le molesta en su primera mañana al lado de su chica. Phoebe no tolera este crimen y vuelve a estar soltera, no sin antes hacer una ronda policial con los chicos. Es ahí donde Joey pone su vida en riesgo por un bocata; antes de todo, Phoebe se hace pasar por poli con una placa que se encuentra en el Central Perk.

Además, Phoebe conoce a su padre en el funeral de su abuela. La alocada masajista va componiendo su peculiar árbol genealógico. Es pronto para que Chandler y Monica creen el suyo propio, pero al menos ya han salido del “armario”, ya no esconden su noviazgo, del que se fueron enterando todos poco a poco, excepto Ross, siempre el último.

Hay tramas que con el paso de los años se ven con otros ojos, como la de Joey vistiendo un bolso. Esto no tendría cabida, ni gracia, hoy en día, y menos con los comentarios sexistas añadidos de su amigo Chandler. Al otro lado de la balanza pondría una de las historias más memorables, la de Rachel con el gato egipcio, el pobre animal no era del agrado de sus amigos, que durante ese capítulo no dejaron de pasarse una pelota que no podía tocar el suelo, hasta que cayó en manos de una triste Phoebe, que acababa de romper con el policía. Imaginad la reacción de Monica, ella no puede perder a nada.

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