La temporada de otoño nos ha traído nuevas series de las que disfrutar, y gracias a su buena acogida las cadenas de televisión han decidido conceder temporada completa a varias de ellas para que nos acompañen, como mínimo, hasta el final del curso. Dos de las afortunadas han sido
'Revenge' (ABC) y 'Ringer' (The CW). Son dos ficciones con un argumento más parecido de lo que podríamos pensar, ya que las similitudes entre ambas series son destacables, aunque el desarrollo de la historia y la calidad en pantalla dista bastante a favor de la serie de la ABC.
Las protagonistas de los dos seriales empiezan a vivir una vida que no es la suya y llenan de mentiras y rencor su entorno. En el caso del personaje de Sarah Michelle Gellar, ésta se hace pasar por su hermana gemela con el fin de ocultarse de una mafia que va detrás de ella. Gellar interpreta de este modo a dos personajes, Bridget (la hermana fugitiva) y Siobhan (la presunta gemela desaparecida). Todo se complica cuando a Bridget le toca disimular que sabe todo acerca de su hermana a la que no veía desde hacía años, pero la peor parte se la lleva cuando descubre que Siobhan esconde más secretos de los que puede llegar a imaginar. Además los espectadores somos testigos de que la hermana "mala" sigue viva y con sed de venganza.
La situación de Emily Vancamp en '
Revenge' no es mucho menos enrevesada que la de Gellar. Vancamp interpreta a un solo personaje, pero ésta se hace pasar por una chica sencilla para vengarse de todos a los que considera culpables del
injusto encarcelamiento y posterior muerte de su padre.
Emily (o Amanda) debe desafiar al amor, a la amistad y a todo lo que se le interponga en el camino, ella solo desea ver sufrir a los que en su día la separaron de su padre, en especial a la mala, pero magnífica, Victoria Grayson (Madeleine Stowe).
Antes de ponerte a ver cualquiera de las dos series puedes pensar que ambas siguen la misma línea argumental o el mismo estilo de guión, pero nada más lejos de la realidad. Mientras que la atmósfera de '
Ringer' es lineal y sus decorados son en ocasiones vergonzantes (el famoso
chroma key de la escena del barco, por ejemplo),
en 'Revenge' todo es más sutil y está mejor diseñado, desde las preciosas panorámicas de los Hamptons hasta los interiores de las casas o locales de los protagonistas, que no son nada del otro mundo, pero están a año de luz de '
Ringer'. En definitiva, la imagen y calidad de la serie de ABC es más vistosa que la de su
rival.
Aun así las dos ficciones pecan de lo mismo, el formato, por así decirlo, no es muy adecuado para una serie de televisión, o al menos no lo es para un serial longevo. Ambos argumentos recuerdan levemente a las típicas películas emitidas por las cadenas generalistas las tardes de fin de semana, o también a innumerables telenovelas que TVE ha emitido hasta la fecha. Por lo tanto, el argumento no creo que dé para más de una temporada, o al menos no me parece que ninguna de ellas pueda pasar más de 20 capítulos sin quemarse.
Una baza con la que juega '
Revenge' es el reparto, recuerda levemente a 'Gossip Girl'. Jóvenes guapos y guapas que desprenden glamour por los cuatro costados,
es probable que si en un futuro la venganza de Amanda/Emily toca techo se decanten por dar mayor protagonismo a los escarceos de sus personajes, aunque el descenso de audiencia sería inevitable. En '
Ringer', en cambio, el reparto es más maduro, pero no por ello menos atractivo, quizás no sea digno de carpeteras, aunque hay material para hacer que la serie siga por otros derroteros.
De todos modos, teniendo en cuenta la baja audiencia de la serie de Gellar, no es muy acertado hablar de un futuro a largo plazo. Con '
Revenge' pasa todo lo contrario,
Emily Vancamp ha convencido a los espectadores en su papel de arpía vengadora, y después de triunfar en 'Cinco Hermanos' la joven actriz está haciendo lo propio en su nueva serie.
Ninguna de las dos nuevas ficciones es imprescindible, pero si tengo que recomendar una diría 'Revenge' sin pensármelo dos veces, es un producto mucho más cuidado, con sus fallos, pero siempre más disimulados que los de '
Ringer' y una Sarah Michelle Gellar en horas bajas.