'Ratched' empieza inquietante y termina dando lo mismo de siempre

No esperaba ver 'Ratched', estoy un poco aburrido de Ryan Murphy y sus pretensiones. Con 'American Horror Story' ya ha aprobado de todo, pero siempre acaba igual, por muy novedosas que parezcan sus premisas. La nueva serie de Netflix tenía toda la pinta de ser un descarte de 'AHS', pero me he llevado una sorpresa agradable con la primera mitad de la serie.

Subrayo lo de "primera mitad", porque el Imperio Murphy la vuelve a cagar en los capítulos finales de 'Ratched'. Pasan un montón de cosas, hay varias muertes que consiguen el impacto deseado en la audiencia, pero la esencia de la historia original pierde efervescencia y se desinfla como suele ocurrir con todo lo que este caótico/brillante director toca.

Eso sí, me ha encantado Sarah Paulson, como suele ser habitual. La actriz no decepciona en el papel de la enfermera que supuestamente está vinculada con la genial película "Alguien voló sobre el nido del cuco". Cualquier parecido entre la serie y el film es fruto de las alucinaciones de Murphy. En este caso, no me siento engañado, porque ya nos avisaron con antelación de que solo se trataría de una interpretación del director sobre lo que podría haber sido la vida de la enfermera, antes de llegar al mencionado largometraje de los 70.

El elenco de 'Ratched' es de lo más jugoso que encontramos en la ficción. A Paulson le acompaña otro habitual del Universo Murphy, Finn Wittrock, que se mete en la piel de un asesino insaciable, protagonizando algunos de los mejores momentos de la serie junto a su ligue, la enfermera rubia que muere por sus huesos. El personaje de Edmund (Wittrock) es bastante irregular, tan pronto es un villano sangriento como un pobre loco que no quiere meterse en líos. Incomprensible, incluso para tratarse de un manicomio en el que la estrella termina siendo una tal Charlotte que sale de la nada.

En el lado veterano del reparto, Sharon Stone apenas brilla, con un personaje que podría haber interpretado perfectamente Jessica Lange o la vieja gloria que desees insertar aquí. En cambio, Betsy Bucket se convierte en el gran descubrimiento, sin pretenderlo. La enfermera que empieza siendo enemiga de la protagonista está interpretada por Judy Davis, y me parece que es de lo más potente del elenco.

A pesar de que los últimos capítulos no me hayan convencido tanto como los primeros, creo que 'Ratched' merece la pena, al menos dentro de la oferta de Netflix (y de Ryan Murphy). Las tramas parece que están bien cerradas, sin necesidad de alargar una temporada más la historia de Mildred Ratched. Además, me gusta haberla dejado en México, feliz junto a Gwendolyn (Cynthia Nixon) y la enfermera jefa del hospital psiquiátrico.

Evan Romansky ha hecho un excelente trabajo, en el que Murphy ha hecho la albor de productor ejecutivo, notándose su mano en algunos aspectos de la serie. Me ha gustado el estilo elegante y las bonitas estampas que nos regala la fotografía de 'Ratched', una preciosa mirada al pasado, trasladándonos a la década de 1940. Insisto en que merece la pena ver los primeros capítulos, en los que aflora algo del terror televisivo que tan pocas veces tenemos ocasión de disfrutar.

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