Qué bonita es ‘This is Us’

La primera palabra que se me viene a la cabeza para describir ‘This is Us’ es “bonito”. Este drama familiar no es como otro cualquiera, juega de maravilla con los sentimientos del espectador, usando la añoranza y la melancolía como pocas ficciones logran hacerlo. En los primeros 18 capítulos nos muestran trocitos de la vida de los Pearson, una familia que surge de manera especial y poco habitual, pero evoluciona como cualquier otra.

‘This is Us’ deja de lado las pretensiones, vemos una historia corriente con unos personajes cercanos que tienen problemas con los que nos podemos sentir identificados. Sin embargo, los protagonistas tienen matices que son dignos de mención, no se quedan en lo superficial, los guionistas ahondan en cada uno de los hijos de los Pearson, desde la difícil relación entre Randall y Kevin en la infancia/texto enlaceadolescencia, hasta la admiración de Kate por su madre.

De todos modos, si tengo que elegir uno de los pedazos de ‘This is Us’, me quedo sin duda con la historia de amor y desamor de los verdaderos protagonistas de todo esto, Jack y Becca. Los padres de los chavales han creado un Universo de manera natural, y en cada episodio vemos cómo han dejado huella en sus descendientes, como seguramente pase en la vida de cada uno de nosotros. Esos detalles hacen grande a la serie, y por eso asocio esta ficción con el término “bonito”, que aunque parezca simple esconde muchas connotaciones detrás. Justo como pasa con el drama de NBC, que a primera vista puede parecer una serie familiar más, pero va más allá.

En la season finale se centran en la debacle del matrimonio protagonista, la pareja perfecta está empezando a dejar de serlo, y eso me rompe el corazón. Milo Ventimiglia y Mandy Moore están fantásticos dando vida a Jack y Rebecca, brillan en cada una de las épocas, además ahora hemos tenido la ocasión de revivir su flechazo. La primera vez que se conocieron Rebecca ya estaba ligada a la música, la misma razón que ha llevado a la pareja al abismo. Los celos siempre traen cosas malas, y en el caso de Jack esa patología se le ha ido de las manos. El chico se controla para no repetir los pasos de su padre, pero lamentablemente le cuesta mantener la compostura, algo que Becca no permite.

De vuelta al presente, la vida de los hijos de Jack es mucho menos apasionante que la de sus progenitores. Kate sigue con su lucha contra el sobrepeso, y tiene como apoyo a su prometido, Toby, al que no termino de pillar el punto. Kevin tampoco destaca por tener una trama palpitante, el actor se ha pasado media temporada de audición en audición para ganarse la vida en los escenarios de Nueva York, y dejar de estar encasillado en su papel de Manny, el niñero. De su relación con Sophie, lo que más me gusta es Alexandra Breckenridge, y ya.

Por último, la complicada vida de Randall ha pasado a primer plano en varios episodios, entre otras cosas por su padre biológico, el adorable William. El desenlace de este pobre hombre era previsible, un personaje de corto recorrido, pero ha calado hondo. Los guionistas, nuevamente, han tenido en consideración al público de la serie, que siempre queremos saber más, y han mostrado el pasado de William paso a paso, antes de que nos deje en un emotivo capítulo. Randall y su mujer también forman un tándem admirable, casi tanto como el funeral que organizaron sus hijas.

Nos queda tanto por descubrir de los Pearson que es emocionante que ya sepamos que al menos nos quedan dos temporadas más por delante. NBC ha renovado el drama por 36 nuevos episodios, una buenísima noticia para los seguidores de la serie. ‘This is Us’ es uno de los mejores estrenos del último año, y deseo que mantenga el nivel de esta primera tanda en las futuras entregas.

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