En unos días se estrena la cuarta temporada de '
Mom' en CBS, pero antes de adentrarnos en los nuevos capítulos de la comedia, es tiempo de repasar lo que nos dejó la tercera etapa de la serie, que no para de crecer.
Cada año vemos una sitcom más madura que se va haciendo a sí misma, con dos pilares fundamentales: Anna Faris y Allison Janney.
En la tercera temporada tuvimos la suerte de poder disfrutar de ellas en solitario, sin parejas estables, hijos, ni nietos que se interpongan en el mejor tándem de la televisión actual. Christie y Bonnie tienen una relación muy peculiar, y ese amor-odio que hay entre ellas es lo que nos engancha cada capítulo. Además, cada vez se destapan más, y no tienen reparo en decir lo que piensa la una de la otra, aunque eso suponga un golpe bajo, algo a lo que deben estar muy acostumbradas.
Por lo tanto, la convivencia entre madre e hija ha sido un show constante, sin ningún hijo que se interponga en el camino, es de agradecer que hayan prescindido de Roscoe y Violet, lo peor de la serie. Lástima que Violet haya continuado haciendo alguna que otra aparición, y todo apunta a que en la cuarta temporada permanecerá pegada a su madre y a su abuela, ya que las cosas tampoco le van muy bien a la joven quejica.
El matrimonio fallido con su profesor, que le dobla la edad, y sus primeros pasos hacia el alcoholismo han puesto en alerta a Christie y Bonnie. Las protagonistas intentan evitar que Violet siga el camino que erróneamente eligieron ellas, pero les va a costar redirigir a la repelente Violet. Y puede que ellas no sean las más idóneas para aconsejar a la chica, recordemos cómo acabó la joven que amadrinó Christie en la primera mitad de la temporada. Otro golpe dramático que supieron solventar con humor negro, y elegante.
Los guionistas de 'Mom' se sienten cómodos mezclando el humor más bestia con los dramas de cada día, y no parece que vayan a cambiar en los nuevos episodios. Bonnie sale con un hombre que está en silla de ruedas e intenta evitar que esto le afecte, aunque en innumerables ocasiones le es imposible. Finalmente el hombre encuentra trabajo en Croacia, y a la abuela de Violet le está costando soportar la distancia que hay entre ellos, tanto es así que a punto ha estado de recaer en la bebida.
Por su parte, Christie sigue empeñada en aprovechar el tiempo que desperdició en su juventud, y ahora está poniéndose seria con las clases de Derecho. La forma en la que la protagonista redirige su vida es todo un ejemplo, pero chirría bastante con la realidad, Christie ya esta haciendo prácticas para un gabinete de abogados, y a juzgar por su currículum, y su pasado, es poco creíble todo lo que le está ocurriendo a la rubia en esta trama. Muy acelerado.
Cada vez me gusta más el grupo de amigas que se ha ido creando en las reuniones. Un grupo cada vez más sólido, como la serie en general. A Marjorie ya la conocíamos, y e imprescindible en esas reuniones que se les suele ir de las manos, ella pone orden y un punto de humor más irónico que el resto. Jill es el gran descubrimiento, tiene tanto dinero como frialdad, y aunque en más de una ocasión ha ayudado a sus amigas, para ella sigue siendo prioritario el lujo y el outfit con el que va a salir de su mansión cada día. Wendy es la más nueva, y encaja a la perfección en el grupo, es muy sensible, demasiado, y a veces parece una caricatura de ella misma, pero en pequeñas dosis es soportable.
Pronto volveremos a comer con ellas en la cafetería que frecuentan después de cada reunión, que se deben dejar allí todo el sueldo. El 27 de octubre seguiremos con las desventuras de estas taradas tan adorables.