'OT 2011': ¿decisión precipitada o final necesario?

'Operación Triunfo' ha llegado a su fin. Es difícil a estas alturas saber si se trata de un adiós definitivo, o simplemente están a la espera de que pase el tiempo para que los seguidores del reality-show vuelvan a recibir con ganas y en masa al programa de Gestmusic. O peor aún, quizás la productora venda el formato a otro canal y veamos una nueva edición de OT antes de lo que pensamos.

Pero dejando a un lado las suposiciones, no cabe duda de que esta vez las cosas no se estaban haciendo bien en 'OT 2011'. Primero nos prometieron una vuelta a los inicios, pero nada tenía la emoción ni el factor sorpresa de la primera edición, ni tan siquiera el aroma que se respiraba en la cuarta edición del concurso, cuando pasó a emitirse en Telecinco. También nos prometieron varios cambios que no llegaron a efectuarse, como las galas temáticas o el cambio de escenario y academia, entre otras. Todo era igual, pero con un ritmo más agotador y con decisiones de última hora que no nos llegaron a convencer a los telespectadores.

Sin ir más lejos, Noemí Galera se quejaba ayer del trato que recibe el programa por parte de la cadena amiga, haciendo alusión a los cambios de día en la parrilla, ¿pero no se dan cuenta de que eran ellos mismos, Gestmusic, quiénes se estaban cargando el programa? Nunca sabíamos si esa noche tocaba expulsión, nominación, las dos cosas o ninguna, hacían lo que querían en cada gala mareando al espectador, y haciendo que nos fuéramos a la cama (los pocos que aguantábamos) con cara de póker.

Era de esperar que anoche no se miraran el ombligo y tanto Noemí, como Nina o cualquier otro profesor entonara el 'mea culpa', o al menos no cargara las culpas contra Telecinco, que a fin de cuentas es una empresa que busca rentabilidad, y en este caso publicidad. La directora de la academia estaba resentida, se le notaba, y entiendo su tristeza y la de todo el equipo, sobre todo la de todos aquellos que no salen en nuestros televisores y que serán los que más afectados se vean, seguramente, con este precipitado final.

Respecto al ganador de la octava edición del reality, sólo he de decir que es tan mediocre como el propio programa en su recta final. No creo que Nahuel vaya a aportar gran cosa a la industria musical, su estilo parece que va dirigido más a madres que a adolescentes, que es de lo que supuestamente se trata.

De todos modos, el material, o los productos (como diría el añorado Risto Mejide), que había este año era más que bueno, cada uno con un perfil marcado, para todos los gustos, desde cantautores, hasta rockeros, pasando por los poperos de toda la vida, pero todos ellos ofreciendo una voz pasable, y como concursantes, la mayoría de ellos, muy jugosos. También es una pena por ellos que esta edición haya terminado en un mes, pero seguramente se queden con lo positivo, y con la experiencia de estos más de 30 días, de la que no cualquiera puede disfrutar.

Por último, decir que el broche final fue muy emotivo, a la altura de los vídeos que nos regalaron a lo largo de la gala, donde recordábamos a casi todos los triunfitos que han pasado por el programa. Era previsible ese final, con todos los ex-concursantes asistentes cantando 'Mi música es tu voz'. Pero es todo un mérito que lograran que personas que no han sido seguidores de 'Operación Triunfo' desde el principio (servidor) se emocionaran con imágenes que desde el 20 de febrero de 2011 pasaron a la historia de la televisión en España.